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La historia de Kemba Walker y los New York Knicks ya tenía las horas contadas, como dice el dicho “no serás profeta en tu tierra”, fue lo que le pasó al base. Llegó con muchas ilusiones a la franquicia de la Gran Manzana, tras una larga trayectoria en la NBA, el cuatro veces All Star jugó por primera vez en uno de los equipos de su ciudad, pero no fue lo esperado.

Walker apenas pudo jugar 37 encuentros en la última temporada, poco menos de la mitad. Fue el año que menos partidos disputó desde su debut en 2011. Las lesiones lo fueron marginando de la cancha, hasta cerrar una temporada olvidable y esto fue lo que motivó a que la franquicia intente buscarle una salida.

Tom Thibodeau, entrenador de los Knicks, había declarado sus intenciones de sumar un jugador de jerarquía para la posición como Kyrie Irving o Jalen Brunson. Por ese motivo, durante la noche del draft, la franquicia neoyorquina cambió a Walker con Detroit Pistons, el base fue enviado junto a Jalen Duren, la elección de NYK en la posición 13. ¿Qué recibió a cambio? Varios picks futuros.

El motivo de este movimiento para los Knicks es liberar espacio salarial para buscar una figura. Walker deberá ganarse su lugar en los Pistons, ya que cuentan con Cade Cunningham, número 1 del draft de 2021 y con una excelente temporada inicial, y Jaden Ivey, elegido recientemente en la posición 5.