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La temporada 2021/22 de Los Angeles Lakers podría decirse que fue un gran fracaso. La franquicia angelina sumó grandes estrellas para conformar un plantel de mucha jerarquía que, a priori, era uno de los firmes candidatos a quedarse con el anillo de campeón. Pero, no solo que eso no sucedió, sino que los resultados no fueron ni cerca de los esperados.

El cambio de entrenador fue un movimiento esperable, Frank Vogel se fue del equipo y llegó Darvin Ham. Russell Westbrook fue uno de los jugadores más criticados por su bajo rendimiento en la temporada pasada, pero fue el primero en confirmar el nuevo entrenador durante la conferencia de prensa en la cual fue presentado.

También la gran estrella del equipo, LeBron James, entró en discusión porque afirmó su deseo de poder jugar con su hijo mayor, próximo a ser elegible en el draft. Algo que despertó los rumores de que el cuatro veces campeón de la NBA pueda irse a un equipo que acepte sumar a su hijo con tal de tener al astro. Otra situación que quedó desestimada con la firma de un nuevo contrato entre LeBron y los Lakers.

Una situación que es real en los Lakers es la edad de sus jugadores, uno de los promedios más altos de la NBA. Jeanie Buss, hija del recordado Jerry, propietaria de la franquicia angelina, dio una entrevista recientemente y habló sobre la reconstrucción del equipo y la idea de ir sumando gente nueva.

“Es muy difícil ganar un campeonato de la NBA, ya lo sabes. Nadie tiene la fórmula exacta”, comenzó diciendo. Luego, agregó: “Pero lo que está claro es que no se puede ganar si no estás en playoffs, así que lo que puedes hacer es dotar a tu equipo de los recursos necesarios para asegurarte de que es competitivo cada año”.

Posteriormente, Jeanie hizo mención a la estrategia que utilizan algunos equipos en pos de buscar esa renovación: “Algunas personas pueden plantearse la idea del tanking durante varias temporadas, pero mi padre nunca lo hizo en 32 años”. Enseguida, agregó: “Él no habría querido ver a los Lakers en el fondo de la clasificación año tras año. Él siempre sentía que los aficionados habían dedicado tiempo y dinero al equipo y que había que rendir bien para ellos, porque si no iban a buscar otra cosa en la que gastar su tiempo”.

Por último, concluyó: “Merecen un producto de calidad. Nadie puede prometer un anillo, pero desde luego no vas a poder pelear por él a menos que estés en playoffs, y a mí me gusta tener al equipo en posición de competir por ello cada año”.