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El argentino Emanuel Ginóbili se convirtió en mucho más que un jugador en San Antonio Spurs. Sin dudas que el bahiense es una de las grandes estrellas que pasaron por la franquicia y no lo decimos nosotros por el fanatismo de ser coterráneos de Manu, los texanos están preparando la ceremonia que retirará su camiseta y colgará del estadio. Este privilegio, además del argentino, lo tienen otros nueve jugadores.

Manu fue mucho más que un jugador. Ginóbili dejó un gran legado, jugando con 40 años y con una entrega y un corazón que siempre lo destacaron, dando todo por el equipo desde el rol en el cual le toque estar. Fue mucho más que un jugador y cumplió distintas tareas porque además fue entrenador.

Durante un partido de pretemporada disputado en la Ciudad de México en 2010, San Antonio Spurs estaba jugando contra Los Angeles Clippers y luego de hacer una apuesta con Gregg Popovich, Manu tomó la tablita del entrenador para armar una jugada durante un minuto en los instantes finales del encuentro.

Gregg le había apostado al argentino que no era capaz de armar una jugada que les permitiera ganar el encuentro, que venía siendo parejo y de marcador nivelado. Si lo lograba, el propio Popovich pagaba la cena para todo el equipo completo.

El bahiense, fiel a su estilo, aceptó el reto. Tomó la tabla, diseñó una jugada ante la atenta mirada de sus compañeros de equipo, quienes lo observaron y no dudaron en hacer los que el argentino les marcó.

¿El resultado? Claramente salió victorioso el argentino.

Gregg Popovich retó un día a Manu Ginobili a elaborar una jugada para ganar el partido. Si lo conseguía, Popovich invitaba a cenar a todo el equipo. El resultado fue este: pic.twitter.com/nXu1lJQu6o

— Pasion Basket (@PasionBasketNBA) August 25, 2022