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Una de las figuras de la pasada década de la NBA dejó de jugar a los 34 años. Kemba Walker puso final a su carrera después de 12 temporadas en la mejor liga del mundo y una última en la Euroliga, lastrado por lesiones que mermaron su rendimiento.

Walker fue 4 veces All Star y 1 vez integró quinteto All NBA. Además, es el máximo anotador de la historia de Charlotte, donde disputó 8 temporadas y tuvo sus mejores rendimientos con 19.8 puntos y 5.5 asistencias de promedio en 605 partidos. También es el líder en triples y segundo en asistencias de la franquicia.

A su vez, pasó dos campañas en Boston, donde las lesiones comenzaron a complicarlo, y finalmente cerró su paso en la NBA por New York y en Dallas. Para la 2023/24 sorprendió pasando a Mónaco, aunque tuvo poco rodaje producto de lesiones en sus tobillos.

También fue campeón de la NCAA con Uconn, siendo una de las grandes figuras. Con la camiseta de Estados Unidos también jugó en el Mundial 2019.

“Todo esto ha sido un sueño. Cuando miro atrás, todavía no puedo creer las cosas que logré en mi carrera. Sé que no podría haber llegado a este punto sin mi increíble sistema de apoyo a mi alrededor. Hay tanta gente a quien agradecer: mi mamá, mi papá y toda mi familia, mis compañeros de equipo que se han convertido en familia y los entrenadores que creyeron en mí y sacaron lo mejor de mí. El baloncesto siempre será parte de mi vida, así que esto no es un adiós” expresó Kemba.