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Antes de la temporada 2017-18, los Cavs y el gerente general David Griffin acordaron separarse, y no mucho después, Kyrie Irving exigió ser traspasado. LeBron estaba en el último año de su contrato y no pudo evitar que Irving se fuera, lo que resultó en que Cleveland tuviera el equipo más débil desde la vuelta del Rey a su equipo originario en Ohio. En muchos sentidos, esto preparó el escenario para la temporada tensa y plagada de drama que tendrían.

El primer incidente famoso fue en marzo de 2018, las tensiones eran altas y J.R. Smith perdió la compostura, arrojándole un plato de sopa de pollo al entrenador asistente Damon Jones. Smith recibió una suspensión de un juego al día siguiente, pero el impacto de sus acciones se sentiría por un poco más de tiempo.

No se supo públicamente mucho más sobre el incidente hasta aproximadamente un año después, cuando Damon Jones concedió una entrevista en el programa de radio de ESPN. En este punto, Jones había dejado a los Cavs y JR Smith ya no estaba con el equipo. Jones confirmó en la entrevista que Smith se golpeó el brazo con un plato de sopa y reveló que fue incluso peor de lo pensado. Dijo que era el primer plato servido del día, por lo que estaba "caliente como el infierno" en sus palabras. 

Pero la mayor revelación podría haber sido que después de este incidente, los dos no se hablaron durante más de un mes. No fue hasta que Smith se disculpó después de un partido que los dos pudieron seguir adelante. Si bien es comprensible que esta sea una situación difícil, es una gran cantidad de tiempo para que un jugador y un entrenador de primer nivel pasen sin hablar. Son momentos como este los que resaltan cuán disfuncionales fueron los Cavaliers y cuán improbable fue llegar a las Finales.