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Joe Kleine: el jugador que jugó con todos

21:00 24/12/2023 | Indudablemente, cuando estás rodeado de los mejores, siempre hay más posibilidades de que sucedan cosas buenas, como así con Joe Kleine, uno de los jugadores que ha compartido su carrera con más estrellas de la NBA.

Joe Kleine

 

Podría quedar en una mera anécdota haber compartido equipo con Michael Jordan o con Larry Bird, o incluso con ambos, pero la historia de Joe Kleine fue mucho más allá, ya que compartió equipo con la crème de la crème del baloncesto.

Incluso antes de su llegada a la NBA en el Draft de 1985, ya formó parte del Team USA de los Juegos Olímpicos de Los Angeles 1984, donde compartió vestuario con tres futuros miembros del Dream Team como Pat Ewing, Michael Jordan y Chris Mullin y también con una futura estrella repudiada por sus actos fuera del baloncesto, como Alvin Robertson.

Aquí llegó su primer éxito, ya que se colgó la prestigiosa medalla de oro de los Juego Olímpicos, algo al alcance de muy pocos jugadores en la historia del baloncesto.

Joe Kleine no fue titular en ninguno de los 8 partidos de aquella cita y promedió tan solo 3.4 puntos y 2 rebotes por partido, pero estuvo en el lugar adecuado en el momento adecuado

Ya en la NBA, fue Drafteado en la sexta posición del Draft de 1985 por los Sacramento Kings, un lugar sin duda de gran privilegio, pero que oculta el dato de que realmente fue el cuarto pivot en ser elegido, por detrás de Pat Ewing, Benoit Benjamin y John Koncak.

En aquel momento, los Sacramento Kings eran un equipo menor, que rara vez entraba en playoffs y no consiguió ganarse la titularidad en su primera temporada en la NBA, siendo relegado al banquillo por Lasalle Thompson, un pivot que tampoco era un dichoso de virtudes.

Los dos años siguientes su suerte no varió mucho, hasta que los Boston Celtics, pensaron en él para ayudar a cubrir la inevitable decadencia del juego de Robert Parish que ya contaba con 35 años.

Su rol tampoco varió en exceso, porque no dejó de ser suplente, pero en su curriculum empezó a sumar el haber jugado con cuatro futuros miembros del Hall of Fame como Larry Bird, Kevin McHale, Robert Parish y Dennis Johnson.

En la temporada 1993-1994 y tras no conseguir ningún éxito con unos Celtics en decadencia, cambió de aires hacia los Phoenix Suns, donde sumó a un nuevo miembro del Hall of Fame entre sus compañeros, Charles Barkley.

En Arizona también sumó entre sus compañeros a otros jugadores de alto abolengo como Danny Ainge, Kevin Johnson y A.C. Green, tres históricos sin, quizás, el reconocimiento debido.

La temporada 1996-1997 fue especialmente curiosa para él ya que, cambió dos veces de equipo, pero sumó otros compañeros de máximo nivel.

Comenzó con los Suns donde compartió equipo con Jason Kidd y Steve Nash, luego pasó a los Lakers donde coincidió con Kobe y Shaq, además de con Byron Scott, Eddie Jones, Robert Horry, Derek Fisher y Nick Van Exel y acabó la temporada en los Nets, donde tan solo pasó 28 partidos.

La temporada siguiente, Joe Kleine volvió a emigrar, en esta ocasión a los Chicago Bulls donde sumó a su curriculum de compañeros estelares a Michael Jordan, Scottie Pippen, Dennis Rodman, Ron Harper, Toni Kukoc y Steve Kerr, pero lo más importante es que consiguió su primer y anillo de Campeón de la NBA.

De nuevo, hay que valorar la oportunidad y capacidad de estar en el momento adecuado en el lugar adecuado.

En aquel equipo era el tercer pivot, tras Luc Longley y Bill Wennington, un rol desde luego no principal, peor que también debe ser cubierto por alguien en los equipos.

Precisamente, en la celebración de aquel anillo se produjo un hecho que salió a la luz tras el documental The Last Dance y que volvió a llevar a la fama a Joe Kleine y que nos mostró esa otra cara de villano que tenía Michael Jordan.

Lo que sucedió fue que tras ganar el Título de 1998, el primero para Kleine y el sexto para His Airness, este último vio llorar al pivot suplente y se acercó y le dijo:

«¿Por qué lloras? Yo gané este campeonato por ti»

Es cierto que Jordan fue el principal artífice de aquel Campeonato y que Kleine no jugó ni un minuto, pero para que haya «Jordans» tiene que haber «Kleines». En los equipos todo el mundo suma.

Quiero pensar que aquello fue más en tono de broma y que, de alguna manera, fue un recuerdo de Jordan a lo que ambos vivieron ya de por sí en los Juegos Olímpicos de 1984, donde pasó algo relativamente parecido, porque si no el comentario de Michael fue sin duda maléfico e impropio de un líder.

Siguiendo con la nómina de super estrellas compañeros de Joe Kleine, al año siguiente volvió a Phoenix donde volvió a compartir equipo con Jason Kidd y, al años siguiente, finalizó su carrera en los Portland Trail Blazers, que tuvieron contra las cuerdas a los incipientes Lakers dominantes de Shaq y Kobe.

En ese último equipo, Kleine jugó junto a otro miembro del Hall of Fame como Arvydas Sabonis y a grandes talentos como los díscolos Rasheed Wallace y Damon Stoudamire u otro de los grandes talentos europeos de la historia, Detlef Schrempf.

Por resumir, Joe Kleine jugó junto a los siguientes miembros del Hall of Fame:

Pat Ewing, Chris Mullin, Larry Bird, Kevin McHale, Robert Parish, Dennis Johnson, Charles Barkley, Steve Nash, Jason Kidd, Kobe Bryant, Shaquille O’Neal, Michael Jordan, Scottie Pippen, Dennis Rodman, Toni Kukoc y Arvydas Sabonis.

Ciertamente, no está nada mal, pero no hay que olvidar a todos aquellos otros jugadores de grandísimo nivel con los que compartió equipo, pero que no llegaron a ser miembros del Hall Of Fame.

Curiosamente, Joe Kleine forjó una gran amistad con Charles Barkley del que llegó a decir:

«Siempre he dicho que hay más posibilidades de que veas otro Jordan, otro Bird, otro Chamberlain, antes de ver otro Charles Barkley. Un tipo con 6-4, 6-5 en sus talones, que podría dominar un juego de la NBA en la pintura a esa altura, fue simplemente increíble. Me sorprendería si alguna vez volvemos a ver a alguien así»

La historia de Joe Kleine también merece ser contada porque, para llegar a ser uno de los más grandes como todos los Hall of Fame que jugaron con él, se necesita que haya más «Joe Kleine» a su lado, que miembros del Hall of Fame.

La figura de jugadores como él, merece todo el respeto y reconocimiento del mundo del baloncesto por su trabajo y contribución diaria a sus equipos, porque se puede ser grande de diversas formas, unas con más brillo que otras, pero todas son absolutamente necesarias para que la fórmula del éxito, tenga el resultado de la victoria.

 

Fuente: 
Historias de la NBA

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