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Pasar de ser top 3 de un Draft de la NBA a ser elegido en la posición 37, en la segunda ronda, es un golpe duro. Pero esto le dio más fuerzas a un Jaden Hardy que empieza a demostrar su valía y algo de lo que fue un recluta de cinco estrellas al terminar la Secundaria. Los Mavericks lo eligieron y ahora comenzaron a darle minutos luego de que la rompiera en la G-League.

Además, se vio beneficiado por las salidas de Facu Campazzo primero y de Kemba Walker después, quedando como posible tercer base. Este jugador de 20 años asistió a la Secundaria de Coronado, en Nevada, y en su tercer año promedió 30.4 puntos, 9.1 rebotes y 8.4 asistencias, ganando el premio al Jugador del Año de Nevada.

Hardy era uno de los mayores prospectos del país de la clase 2021, pero decidió saltarse la NCAA. Era uno de los mejores junto a Chet Holmgren y Paolo Banchero, las primeras elecciones de este Draft pasado.

En cambio, se sumó a al Ignite de la G-League con otras grandes promesas. Sin embargo, allí su rendimiento no fue el esperado. 17.7 puntos, pero un 35.1% de campo y 3.5 pérdidas de balón le hicieron bajar muchísimo las proyecciones de su llegada a la NBA. Así fue que en la elección fueron pasando de él hasta que Sacramento lo eligió y los Mavericks traspasaron dos segundas rondas futuras por este joven perimetral.

Nick Harrison, el GM de Dallas, expresaba en su llegada: “Realmente puede lanzar la pelota a un alto nivel. Tienes que darles a los jóvenes un desarrollo, pero lo seleccionamos porque creemos que puede ser bueno en la rotación”.

Sus primeras armas como jugador NBA fueron nuevamente en la liga de desarrollo, disputando 11 partidos y con 28.8 puntos, 4.5 rebotes y 3.9 asistencias, con un buen 49% en triples y 54.9% en general. Esto le valió volver a los Mavs, quienes confiaron en el joven en los últimos tres partidos y este les pagó con creces.

13 unidades de promedio en 21 minutos en cancha, con un 50% de triples y un 56% de cancha son más que suficientes para ver el potencial de este jugador que fue subestimado y ahora tiene el hambre de demostrar lo que vale.