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Isaiah Thomas nunca imaginó lo que sucedería después de todo lo que vivió en Boston desde la muerte de su hermana y su enorme rendimiento en la temporada 2017. A partir de allí, una lesión de cadera y un canje a Cleveland fueron solo el inicio del fin del base en la NBA.

Sin embargo, Thomas no guarda ningún rencor y su mayor sueño es regresar a la franquicia ahora dirigida por Ime Udoka y donde Brad Stevens es el GM. “He tratado de tener conversaciones sobre eso, pero es difícil hablar porque he abierto mis brazos para tratar de regresar de muchas maneras”.

Y su aspiración ya no es la de jugar y tener un rol protagónico, sino que espera ayudar en lo que se pueda. “Ni siquiera es jugar y tratar de continuar donde lo dejé. Ya superé ese momento. Sé que ha habido momentos en los que puedo ayudar en ese vestuario. Esto es desde afuera mirando hacia adentro, pero sentí que hay momentos en los que Brad (Stevens) podría hacer una llamada y darme una oportunidad, y no ha sucedido, así que eso es muy frustrante debido a la relación que tenemos, la amistad que hemos podido tener a lo largo de los años”.

Hay que recordar que Danny Ainge cambió a Thomas en 2017 a los Cavaliers a cambio de Kyrie Irving. Todo esto a pesar de haber jugado después de la muerte de su hermana y de haber sufrido problemas en su cadera a lo largo de la temporada. Esos dolores lo obligaron a pasar dos veces por el quirófano y ya ha pasado por siete equipos en busca de volver a insertarse en la liga.

Ese es su objetivo, volver a establecerse con un contrato fijo en la NBA: “Nadie me ha preguntado nunca qué pienso de las situaciones de llegar a un equipo y no jugar. Nadie me ha preguntado eso, directamente”.

A su vez, explicó que podría ayudar absorbiendo la presión de Boston: “Puedo tener un impacto positivo en cualquier organización todos los días. Eso es lo que soy. Eso es lo que siempre he sido. Eso es injusto y es algo que no puedo controlar, y esa fue la gran razón por la que Brad e incluso Danny hace años, cuando me ofrecí a regresar y traté de regresar, fue como, 'Hombre, la presión del fuera, la presión de la afición, eso puedo manejar'”.

“Es frustrante, pero como dije, he hecho mi parte de muchas maneras para regresar y hacer una reunión y ni siquiera se trata de jugar”.

Entre la realidad y el deseo, Thomas tiene las cosas claras, aunque su sueño no se cumpla. “Sigo adelante y les deseo lo mejor y todavía tengo mucho amor por todos los que impactaron mi vida con la ciudad de Boston”.