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James Wiseman se marchó a los Detroit Pistons y Saddiq Bey llegó a los Atlanta Hawks. Un traspaso a con el que los Warriors recibieron cinco elecciones de segunda ronda del draft. Y se ahorarán pagar el último año de contrato de un jugador elegido tan alto como Wiseman. Un jugador que llegó con grandes pergaminos a la bahía y con la idea de ser el ancla interna de un equipo tan explosivo en el perímetro como los Warriors, finalmente el ancla fue la que se lo llevó al fondo de la bahía.

Número dos del draft de 2020, el pivote fue elegido por delante de dos que dijeron y dirán presente en el Juego de las Estrellas como LaMelo Ball y Tyrese Haliburton. Wiseman era presentado como un pivote moderno, con movilidad y un buen rango de tiro, que sería potenciado por el trabajo con los Splash Brother. Finalmente, nada de eso se dio por culpa de las lesiones. El maltraer de tantas estrellas de universidad y en especial de los hombres grandes que no siempre se adaptan a las exigencias físicas de la liga. En estos tres años en la NBA, mechados con juegos en la liga de desarrollo G-League, Wiseman solo ha podido vestir la camiseta de los Warriors en 60 partidos en total.

El aún joven Wiseman de 21 años, promedió en su paso por bahía 6.9 puntos, 3.5 rebotes y 0.7 asistencias por partido. Además de un título de campeón, en el que si bien no colaboró, fue parte del título y se lleva el anillo consigo a Detroit. Ahí coincidirá con otros jugadores con su misma condición, elecciones altas de su draft de buen presente como Jaden Ivey, Cade Cunningham y otro con un camino similar al suyo Marvin Bagley II ¿Será que en Detroit pueda encontrar su lugar y ser aquel gran pivote que prometió ser?