Jack Molinas, la estrella que la NBA echó por apuestas ilegales
09:08 27/09/2021 | El joven neoyorquino fue elegido en la tercera posición del draft por Fort Wayne Pistons en 1953, pero apenas jugó 32 partidos en la mejor liga del mundo.
Las apuestas en el deporte existen desde siempre, algunas legales y otras no tanto. En ocasiones salen a la luz que los propios protagonistas están involucrados en ella, varias veces son deportistas que no suelen destacarse, que no están dentro de los mejores de su disciplina. Pero hubo un caso que no fue así.
Jacob Molinas nació en Nueva York en 1931, fue conocido como Jack. Creció y vivió en una ciudad dominada por las Cinco Familias Italianas, situación que lo tocaba muy de cerca, sus padres atendían una cafetería en Coney Island y estaba copada por la mafia. A diario vivía y convivía con ellos y todo lo que los rodeaba. Molinas era muy inteligente, tenía 175 de coeficiente intelectual lo cual atrajo el interés de los europeos, que comenzaron a enseñarle varias técnicas de estafa, entre las cuales se destacaban las posibilidades de amañar un resultado.
Pero Molinas tenía otras cualidades. Desde adolescente también comenzó a destacarse como jugador de básquet, situación que se potenció en sus años de universitario cuando concurrió a Columbia y con los Leones hicieron tres grandes temporadas. Él fue elegido en el mejor quinteto del año en la Ivy League en las tres ocasiones.
Este destaco hizo que los ojos de los scoutings de la NBA se posaran en él. Fue elegido en la tercera posición del draft en 1953 por Fort Wayne Pistons y allí continuó demostrando sus condiciones, en los primeros meses estaba catalogado como uno de los mejores rookies con promedios de 12.1 puntos, 7.2 rebotes y 1.6 asistencias. Hasta que llegó lo peor.
El 10 de enero de 1954 Molinas fue descubierto y reconoció realizar apuestas ilegales en las cuales estaba su equipo, incluso apostando en contra. Así fue que su carrera como deportista se terminó de manera abrupta. Investigación mediante, se supo que lo venía haciendo desde su época en el instituto, la influencia de la mafia italiana había llegado muy lejos.
En la NCAA había 37 jugadores involucrados de 22 universidades distintas, a los cuales Molinas los convencía y los sumaba a su negocio. Cuando firmó con los Pistons el contrato era por 9000 dólares, mucho dinero para la época, pero a través de las apuestas podía ganar hasta 50000 por semana.
También se supo que para poder llegar a esos jóvenes universitarios, Jack los estudiaba y generalmente eran chicos con pocos recursos o con algún problema personal o familiar, los invitaba a comer, les ofrecía ayuda, les financiaba algún tipo de tratamiento o atención médica si fuera necesario y luego los corrompía. Su obsesión no conocía límites: llegó a drogar a un boxeador para arreglar una pelea y darle descargas eléctricas a un caballo para poder acomodar el resultado de una carrera.
Tras ser expulsado de por vida de la NBA y pasar en prisión cinco años de los 10 a 15 por los cuales había sido sentenciado, se fue a Hollywood y se dedicó al cine, fue director de películas porno, entre otras cosas.
En 1975 estaba en el patio trasero de su lujosa mansión en Los Ángeles y recibió un disparo en la nuca que automáticamente le quitó la vida. Nunca se supo quien ni cómo, pero se cree que fue la mafia o algo relacionado a la muerte de su socio en la venta de pieles taiwanesas, quien había muerto un año atrás y por quien Molinas cobró un seguro de vida de 500 mil dólares.
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