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La rigurosidad de algunos países con el tema impuestos es una cuestión a tener muy en cuenta por parte de sus ciudadanos y para un jugador de básquet de EEUU que empieza a migrar por todo el mundo, la declaración de sus ganancias deben ser transparentes para no tener los problemas que hoy tiene Randolph Morris.

Randolph Morris tiene 35 años y estuvo cuatro temporadas ligadas a la NBA entre el 2006 y 2010, dos con los Knicks y dos con los Hawks. Sus oportunidades no fueron muchas, dado que entre esos cuatro años apenas jugó 74 partidos con una media de 1.9 puntos y 1.4 rebotes. En su estadía en New York conoció a Stephon Marbury, un

All Star que decidió seguir su carrera en el básquetbol chino y hacía allí fue Randolph también.

Entre el 2010 y el 2017, Morris tuvo un gran rendimiento en China, tal es así que obtuvo buenos contratos y llegó a ganar 13 millones de dólares jugando con Marbury y hasta en una ocasión el MVP de las finales del certamen.

La denuncia en su contra radica en que no pagó sus impuestos mientras jugaba para los Patos de Beijing. Al igual que otros estados, Kentucky grava los ingresos de sus residentes independientemente de dónde se generen, es decir si un ciudadano gana plata por jugar al básquet en China debe rendir cuentas al fisco. 

Morris enfrenta 11 cargos por delitos graves, tres por fruade electrónico y ocho por hacer declaraciones falsas intencionalmente en las declaraciones de impuestos. En caso de ser culpable puede recibir hasta 80 años de cárcel, aunque por ser la primera vez la pena se le acortará considerablemente, eso sí, sin salvarse de al menos pasar algunos años tras las rejas.

El problema fuerte de esta situación fue en el modo en el que los agentes del IRS (Internal Revenue Service) llegaron a labrar una acusación sobre Morris. Los agentes especiales fueron a la casa del acusado para notificarlo de la situación, pero no los atendieron, dejaron su tarjeta de presentación e indagaron al jardinero.

El propio Morris se comunicó con los agentes que estaban cerca de su casa, tras tener una mensaje de voz de ellos y les propuso que retornen a la misma para que mediante el celular de su esposa podían tener una conversación via FaceTime.

La cuestión fue que los enviados del IRS no resultaron tan amables como parecían, no dejaron intervenir a la mujer de Morris en ningún momento de los 80 minutos de charla, con cortes por la distancia entre China y EEUU y nunca creyeron que el jugador dejó en manos del equipo chino la cuestión del pago de impuestos. Si bien el jugador reconoció ser consciente de que los ciudadanos estadounidenses deben informar los ingresos mundiales, se desdijo luego admitiendo que no sabía que los ingresos recibidos en China eran su responsabilidad informar a EEUU.

Dimes y diretes que terminó en dos agentes inculpando al jugador y a los abogados de Morris haciendo malabares para desestimar esa conversación por haber hecho la entrevista a modo de interrogatorio y que su defendido nunca vio las credenciales de los agentes, además de no avisar que estaban realizando una investigación criminal.

Jugar al básquet en China, encontrar tu lugar en el mundo como deportista y este revés que puede tirar todo por la borda. Los impuestos infranqueables para Morris, un jugador con poco nombre en su país como para poder safar de otra manera, por el contrario marche preso.