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El básquet hace mucho tiempo dejó de ser tema de los Estados Unidos solamente, el crecimiento de los demás países y la llegada de jugadores extranjeros a la NBA llevó a nivelar las distintas competencias y, por distintos motivos, los estadounidenses perdieron en Mundiales y Juegos Olímpicos. Incluso se dio el título de Toronto Raptors en la temporada 2018/19, única franquicia extranjera en la NBA.

En el plano individual, no fue la excepción. Desde el Mundial China 2019 cuando España se coronó campeón venciendo a Argentina y que Estados Unidos fue relegado a la séptima posición de 32 participantes, competencia en la cual fue elegido el base español Ricky Rubio como MVP; hasta los Juegos Olímpicos Tokio 2020, si bien Estados Unidos fue el campeón y venció a Francia en la final luego de ser derrotado por los europeos en el debut y con una gran actuación de Kevin Durant, el jugador que dominó el torneo fue el esloveno Luka Doncic. El joven jugador de Dallas Mavericks llevó a su seleccionado a los primeros puestos mundiales y en el estreno de ambos en Juegos Olímpicos, solo cayeron en dos ocasiones y finalizaron en la cuarta posición.

En la temporada 2020/21 de la NBA, Milwaukee Bucks se coronó campeón luego de varios años de sequía y tuvo como su principal estandarte, elegido MVP de las finales, al griego Giannis Antetokounmpo. En la temporada regular había sido elegido como MVP el serbio Nikola Jokic de Denver Nuggets, franquicia que sufrió la lesión de la otra figura, el canadiense Jamal Murray y se despidió de los playoffs antes de tiempo.

Hay más. Detrás de Jokic en la pelea por el MVP de la fase regular finalizó el camerunés Joel Embiid de Philadelphia 76ers; en otro de los premios individuales que se otorgan en la NBA como lo es el Jugador Defensivo, fue reconocido como tal el francés de Utah Jazz Rudy Gobert, detrás finalizó el base australiano también de los Sixers, Ben Simmons.

Las grandes estrellas del resto del mundo comienzan a opacar a las figuras estadounidenses, que detrás de Stephen Curry, LeBron James y Kevin Durant, todos mayores de 32 años, no encuentran un recambio importante y pierden trascendencia.