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Sacramento Kings se movió y adquirió a DeMar DeRozan, seis veces All-Star, mediante un sign-and-trade con los Chicago Bulls. En el acuerdo, Harrison Barnes se unirá a los San Antonio Spurs y Chris Duarte, junto con dos selecciones de segunda ronda y dinero en efectivo, se trasladará a Chicago. DeRozan, de 34 años, firmará un contrato de tres años y 74 millones de dólares, sumándose a un equipo liderado por De’Aaron Fox y Domantas Sabonis, con el objetivo de convertirse en un contendiente serio en la Conferencia Oeste.

DeRozan viene de una impresionante racha con los Bulls, donde promedió 24 puntos, 5.3 asistencias y 4.3 rebotes por partido en la última temporada. Su llegada a los Kings busca reforzar el potencial ofensivo del equipo y ocupar el lugar dejado por Barnes, quien se dirige a los Spurs para unirse al veterano Chris Paul y al prometedor novato Victor Wembanyama. Con este movimiento, Sacramento no solo adquiere un anotador de élite, sino también un veterano con experiencia en playoffs, algo crucial para un equipo que busca dar el siguiente paso.

La decisión de Chicago de intercambiar a DeRozan, junto con su reciente movimiento de enviar a Alex Caruso a los Oklahoma City Thunder por Josh Giddey, indica un claro enfoque hacia la reconstrucción. La gerencia liderada por Marc Eversley parece estar preparando el terreno para un futuro con jóvenes talentos como Coby White y Patrick Williams, mientras que la selección de Matas Buzelis en el Draft añade otro prometedor anotador a su núcleo.

Por su parte, los Kings han tomado una postura proactiva esta offseason al asegurar la continuidad de su entrenador Mike Brown, quien ha llevado al equipo a dos temporadas consecutivas con récords ganadores por primera vez desde 2006. Con DeRozan en la mezcla, Sacramento espera mejorar su posición en el Oeste y aspirar a una clasificación directa a los playoffs, dejando atrás las decepciones del Play-In.