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Michael Jordan venderá su parte mayoritaria de los Hornets y una de sus últimas decisiones será elegir al próximo prospecto de este draft. Mitch Kupchak, General Manager de la franquicia, lo confirmó y su Majestad tendrá a su cargo el futuro del equipo, con un historial detrás que no lo favorece mucho.

La selección está entre Brandon Miller, alero de 2.06 proveniente de la NCAA y Scoot Henderson, base que jugó en el G-League Ignite esta temporada. Además, de su decisión también dependerá el futuro de los Blazers, que esperan tener a Henderson para evaluar negociaciones y rodear de figuras a Damian Lillard.

Jordan, sin embargo, no es conocido por haber pegado mucho en sus decisiones del draft. La primera fue su más recordad en el 2001, cuando era GM de Washington. Allí decidió elegir a Kwame Brown con la primera selección, uno de los peores en la historia. Lo hizo por encima de Tyson Chandler o Pau Gasol.

Ya en los Bobcats, tuvo la tercera selección en 2006 y decidió llevarse a Adam Morrison, un alero que nunca pudo rendir, dejando pasar a Brandon Roy o Rudy Gay. La segunda selección de 2012 fue para Michael Kidd-Gilchrist, quedando por detrás Bradley Beal o Damian Lillard.

Entre sus aciertos está el de Kemba Walker, en la novena ubicación del 2011. El base tuvo sus mejores momentos en la NBA en Charlotte y luego no pudo brillar cuando salió de allí.

Ya con Jordan como dueño mayoritario, los Hornets tuvieron elecciones que salieron mal como Cody Zeller en 2013, Noah Vonleh en 2014 y Frank Kaminsky en 2015.

El último acierto fue el de LaMelo Ball, la actual figura de los Hornets que fue seleccionado en la tercera ubicación en el draft del 2020.