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La sensación de las redes sociales, Kai Jones, encendió la polémica el verano pasado con una serie de enigmáticos tweets que terminaron en su salida de la NBA. Los Charlotte Hornets, su equipo en ese momento, evidentemente seguían de cerca lo que estaba sucediendo y, finalmente, optaron por separarse del interno.

Recientemente, el joven agente libre detalló lo que ocurrió hace casi dos meses en una aparición en el podcast de un compañero de su época en la escuela secundaria. Kai explicó que simplemente quería bailar, que su bisabuela acababa de fallecer cuando sus publicaciones se volvieron virales, y que deseaba quedarse en Charlotte.

"Me decían: 'Kai, te dijimos que te arreglaras. Queremos que veas a un terapeuta'", dijo Jones. "Esta vez, fui terco. Pensé, 'Hermano, no quiero ver a un terapeuta. Solo quiero meditar, despejar mi mente y resolverlo por mi cuenta, ¿sabes?, usar mi intuición para resolver mis propios problemas. Me decían: 'No, deberías ver a un terapeuta'. ... Al final fui, ¿verdad? Sentí que la terapia no estaba ayudando".

La directiva finalmente se hartó de sus excentricidades, impidiéndole participar en el campo de entrenamiento. Como respuesta, Kai hizo pública su solicitud de cambio. Lamentablemente para el ex seleccionado en primera ronda, su valor de intercambio era prácticamente inexistente. Y cuando los Hornets parecían no poder obtener nada a cambio en un posible intercambio, optaron por cortarlo. Sin que ninguna otra organización reclamara sus derechos, Jones se convirtió en agente libre.

Los Hornets probablemente tomaron la decisión correcta al apartar a Jones, principalmente porque ya contaban con varios jugadores por delante de él en la rotación, incluidos Mark Williams, P.J. Washington y el aún más controvertido Miles Bridges. La era de Kai Jones en Charlotte llegó a su fin, dejando preguntas sobre su futuro en la NBA y la lección aprendida tras su peculiar travesía con los Hornets.