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Quien primero tuvo el récord de la peor temporada regular de la NBA fue Philadelphia 76ers en 1973. La franquicia de Pensilvania tuvo tan solo nueve triunfos en 82 partidos y tuvieron que pasar casi 40 años en volver a ver un equipo que obtenga peores resultados.

Esa espera finalizó en 2012, con los Charlotte Bobcats que recientemente había comprado Michael Jordan. Dos años atrás fue su última participación en los playoffs y se encontraban en plena reestructuración, con un joven Kemba Walker, surgido del Draft al igual que Bismack Biyombo y Boris Diaw como principales estandartes del equipo, al igual que Cory Higgins, actual jugador de Barcelona.

La temporada 2011/12 tuvo un comienzo tardío por un cierre patronal a causa del fracaso en la nueva negociación del convenio colectivo de los jugadores, ya que el actual venció el 30 de junio de 2011, y la asociación de jugadores y la NBA no llegaron a un acuerdo en la reducción de los salarios de los jugadores. Y lo particular es que empezaron con un triunfo por la mínima ante Milwaukee.

En enero perdieron 19 de los 21 partidos que disputaron y empezaron a demostrar todas las falencias colectivas que tenían. Recién un nuevo triunfo llegó a finales de febrero, encima de visitante ante Toronto. En el mes de marzo tuvieron su mejor actuación, con tan solo tres triunfos en 17 juegos y cerraron el mes de abril sin victorias en 16 presentaciones.

De esta manera, los Charlotte Bobcats de Paul Silas como entrenador consiguieron un horrible récord de 7 victorias y 59 derrotas, y se convirtieron en el equipo con peor porcentaje de triunfos en la historia de la NBA, superando a los Sixers de Philadelphia, que también tuvieron una mala temporada en 1973.