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Alfred Joel Horford Reynoso nació hace 35 años en Puerto Plata, República Dominicana. Sus condiciones para jugar al básquet le permitieron ganarse una beca para asistir a la Universidad de Florida. Formó equipo con futuras grandes estrellas de la NBA y se coronó campeón de su conferencia en la NCAA con sólidas actuaciones.

En 2007, Atlanta Hawks lo escogió en la tercera posición del draft, detrás de Greg Oden y Kevin Durant. El dominicano pasó gran parte de su carrera en dicha franquicia, fueron nueve temporadas representando al equipo de Georgia. Su importancia y su protagonismo dentro de la estructura fueron creciendo con el correr de las temporadas, aunque en ocasiones eso se vio opacado por las lesiones.

En su año estreno, fue elegido dentro del quinteto ideal de los rookies de la NBA, dejando en claro que su llegada a la mejor liga del mundo iba a ser importante y con buenos augurios.

Fue uno de los pilares principales para que Atlanta logre llegar a las finales de conferencia en la temporada 2014/15, tras dejar atrás a Brooklyn Nets y Washington Wizards, pero en la definición del Este se topó con Cleveland Cavaliers. LeBron James y compañía fueron demasiado para las aspiraciones de los Hawks y lo barrieron por 4-0.

Horford decidió cambiar de aire y en la 2016/17 partió hacia Boston Celtics. Fueron tres temporadas en la franquicia de Massachusetts, en las dos primeras se metieron en la final de la conferencia Este, pero nuevamente el karma llamado Cleveland Cavaliers se interpuso en el camino de Al, en ambas ocasiones los eliminaron.

En la primera temporada, tras dejar atrás a Chicago Bulls y Washington Wizards, los Cavaliers los vencieron por 4-1. Mientras que en la segunda ocasión, tras superar a Indiana Pacers y Toronto Raptors, Cleveland los barrió 4-0.

Horford tuvo un paso por Philadelphia 76ers y Oklahoma City Thunders antes de regresar a los Celtics para la temporada actual, con 35 años. Mucha experiencia y sabiduría del dominicano puesta para el equipo y con un claro objetivo en lo personal: quedarse con el tan ansiado anillo de campeón.

Pudo dejar atrás y romper una racha negativa, la de convertirse en el jugador en la historia de la NBA que más partidos había jugado en los playoffs sin poder alcanzar la final. Ahora que lo logró, querrá ir por todo.