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El sábado inicia una nueva edición del Campeonato Mundial U19 Masculino que organiza FIBA. Vuelve a jugarse en Letonia: Riga, como sede principal, y Daugavpils, como subsede; allí se jugó el mismo certamen en 2011 y le trae gratos recuerdos a Argentina, ya que fue la última vez que nuestro representativo se metió entre los cuatro mejores equipos del mundo en esta categoría. Un dato más que le da más importancia a ese certamen, en las cuatro siguientes ediciones hasta llegar a la actual, solo en una pudo llegar a cuartos de final.

ANÁLISIS DE LOS GRUPOS

Cabe destacar que esta camada no tuvo la competencia correspondiente clasificatoria por la pandemia COVID-19 que paralizó el mundo. Solo en África se jugó su torneo continental.

ZONA A

Este grupo es, a priori, el más débil y con los dos firmes candidatos a dominar: Canadá y Lituania, que, por peso propio y por ser potencias mundiales en categorías formativas, deberían ser los líderes sin sobresaltos. Enfrente estarán Senegal, subcampeón de África, y Japón, siempre presente en las competencias mundiales ante la debilidad de rivales en Asia. Los americanos presentan un plantel con mucha talla, no solo con el gigante Zach Edey, de 2.20 metros, sino también con otros dos por encima de los 2.10 metros: Javonté Brown (2.11) y Charles Bediako (2.11). Los europeos tienen a Azuolas Tubelis, de la Universidad de Arizona, como uno de sus jugadores más destacados y un equipo con buena experiencia doméstica.

ZONA B

Este grupo pinta a tener una lucha interesante por colocarse en los primeros lugares. Se espera que entre Puerto Rico, Serbia y el dueño de casa, Letonia, se definan los mejores. Irán, algunos pasos detrás que el resto de sus rivales. Los americanos, como su tradición lo indican, mostrarán un juego vertiginoso, vertical, con mucha cantidad de posesiones y una defensa asfixiante. Serbia, un plantel con una talla interesante y pareja, con solo cuatro jugadores por debajo de los dos metros, buscará hacer prevalecer el tamaño de sus integrantes para sacar diferencias, principalmente en la zona cercana al aro. El anfitrión es un país que suele presentar equipos prolijos y donde todos los integrantes saben aceptar, interpretar y aplicar el rol que tienen dentro de la estructura y se vuelven rivales de temer. Tendrán dos gigantes de 2.12 metros en la zona pintada que buscarán explotar.

ZONA C

Uno de los grupos de la muerte. Tres de los diez mejores países del mundo en formativas: España (3°), Francia (4°) y Argentina (9°). Nuestro representante tendrá varios jugadores con experiencia internacional que se esperan sean los pilares: Juán Fernández (2.05 metros, jugando en España), Pedro Rossi (actualmente en EEUU), Mateo Díaz (recientemente ascendido a LEB Oro en España) y Federico Copes (jugando en Argentina, estuvo en la Academia NBA). Fernández, Díaz y Bressán jugaron el Mundial U17 del 2018 en nuestro país. Los españoles no tendrán a su gran figura: Usman Garuba, actualmente inscripto en el draft de la NBA, pero presentan un plantel con jugadores que se destacan en las mejores canteras de dicho país, incluso alguno con experiencia en la máxima categoría. Los franceses tendrán a Víctor Wembanyama, un ala pivote de 2.19 metros, como su principal figura. El interno ya debutó en Eurocup y en la máxima liga doméstica, y se espera que lidere al equipo. El otro integrante es Corea, habitual representante de los asiáticos en las competencias mundiales, un paso detrás de sus rivales.

ZONA D

El otro grupo de la muerte. Estados Unidos, el gran candidato, se espera que domine, como suele hacerlo en estas categorías. Con solo dos jugadores por encima de los 2.10 metros, no marcará las ventajas físicas como en otras ocasiones. Turquía, una gran escuela, una fuente constante de jugadores talentosos, no tendrá a su principal figura Alperen Sengun que se encuentra disputando el Repechaje Olímpico con el seleccionado mayor en Canadá. Tendrá un plantel con una buena talla y experiencia, dos de ellos juegan en el extranjero y aportarán calidad a un equipo rico. Australia, otro país con gran calidad de jugadores, con poco rodaje en competencia de clubes y países, pero con fuerte presencia de jóvenes en sus centros de entrenamientos, como el de la Academia NBA, que lo potencian aún más. El otro integrante será Malí, actual campeón de África, ya no vienen a los torneos “a sumar experiencia”, sino que a jugar de igual a igual con cualquiera. Sumado a sus condiciones físicas naturales y la experiencia que suman en otros países, lo emergen como uno de los países de mayor crecimiento en el último tiempo. Tienen a Oumar Ballo como gran figura, el interno jugó el Mundial U17 en Argentina, con 15 años, y luego llegó a la Academia NBA.

¿CÓMO SIGUE EL TORNEO?