Qatar 2022

Iván Guerrero, el entrenador que festejó desde adentro el Mundial con Argentina

16:46 07/01/2023 | El marplatense fue voluntario de FIFA y, luego de su trabajo con la Selección de Catar de básquet por las mañanas, estuvo en el día a día con el equipo de Lionel Scaloni.

Iván Guerrero cumplió el sueño de todo fanático

Antes del Mundial les contábamos que había un representante del básquet argentino que ayudaría a la Selección de fútbol en Catar. Es que Iván Guerrero fue designado como uno de los voluntarios que ayudó al equipo de Lionel Scaloni desde lo operativo en los entrenamientos y así nos contó cómo vivió cada momento.

-¿Cuál fue tu tarea en específico con el seleccionado?

Yo trabajaba para FIFA y era el nexo con AFA. Lo que necesitara el cuerpo técnico, médicos, utileros, estábamos ahí para dar una mano. Básicamente mi tarea era estar dos horas antes en el entrenamiento, chequear el campo, el riego, las piletas de recuperación, estar en contacto con los kinesiólogos. Durante el entrenamiento, en los días que eran abierto para los medios, tenía que controlar el tiempo que estén ahí, después sacarlos amablemente, ver el entrenamiento y si necesitaban algo durante el entrenamiento, que generalmente tenían todo planificado, ayudábamos a los profes con todo el material. Al final se quedaban pateando y nosotros éramos los alcanza pelotas, estaba bueno porque los veíamos patear y era un momento donde charlábamos un poco jodiendo.

-¿Qué fue lo que más te sorprendió del día a día?

Lo que más me sorprendió del día a día fue que quizás los entrenamientos eran más o menos parecidos, las funciones de Scaloni, Aimar, Samuel, Ayala, eran cortitas, porque arrancaban con el profe, después Ayala y Aimar, después Scaloni, terminaba y se iba y Samuel con la pelota parada. La calidad de los jugadores es increíble, eran todos futbolistas de buen pie, increíble, desde el que menos jugaba al que más jugaba. Pero claramente lo que más sorprende es Leo (Messi), lo que genera y la energía que emana cada vez que se asoma o sale y está ahí, cambia el aire, es increíble.

-¿Bajaste la sensación del fanatismo en algún momento o la tuviste todo el tiempo?

La sensación del fanatismo se baja desde el primer día porque tenés que trabajar y estás laburando para que salga bien algo. Obviamente en el primer día uno está ahí medio encandilado con ver a los chicos de la selección, Di María, Leo, personas que siempre las hemos visto en la tele y los tenemos a un paso. Pero también sabíamos que nuestra labor la teníamos que hacer bien por más mínima que fuera. Obviamente uno admira a los jugadores y el trabajo que hacen durante el entrenamiento, pero tratamos de hacerlo lo más profesional posible, sin tampoco demostrar que estamos ahí. Ya en un momento nos sentimos parte y fue muy lindo en ese sentido.

-¿Quiénes fueron los que más te sorprendieron de la delegación?

El que más me sorprendió de la delegación fue Leo, obviamente. Pero Enzo (Fernández), su calidad. Tengo un fanatismo por Leo y como que no podía sacar el foco de ahí. Los demás no es que me sorprendieron, si me gustó la forma de entrenar de todos, siempre rindieron al máximo, trataron de hacer lo mejor y se mostró un grupo bastante unido. Me sorprendió el trabajo de los arqueros, me sorprendía la intensidad y lo que vuelan es increíble.

-¿Cómo fue tener a Messi al lado?

Tener a Messi al lado fue ser un nene de vuelta, ilusionado todos los días. Yo iba a mi trabajo a la mañana, entrenaba con la selección mía de Catar, y ya sabía que a la tarde iba a ir a ver a Messi entrenar. Verlo a él era como esperar que sea Navidad porque era verlo hacer magia en los entrenamientos, cómo le pega, a dónde ponía los penales, y encima en los partidos que se traduzca a los partidos, fue un sueño hecho realidad. Fue hermoso, algo indescriptible porque es una sensación única y hermosa que solo genera él. Trato de no quedarme en fanatismo, pero no puedo separarlo y el tipo emana una energía hermosa.

-¿Cómo viviste los partidos?

Los viví como hincha. Por suerte conseguí entradas y estuve siempre atrás del arco con la hinchada. Estuvo buenísimo porque al estar con ellos en los entrenamientos podía disfrutar de los partidos. Había situaciones muy puntuales que trabajaban en los entrenamientos, los corner, estaba buenísimo verlo cómo se traducía en los partidos. Pero los viví con mucha euforia, mucha pasión, y observando cómo se aplicaba lo trabajado en los partidos.

-¿Cómo se vivieron los festejos por el campeonato?

Se vivieron de una manera muy particular, porque no es como Argentina que tenés el Obelisco o el San Martín en Mar del Plata, mi ciudad. Se festejó ahí en la cancha, me emocioné mucho y lloré mucho, un desahogo hermoso. Después de ahí fuimos al boulevard de Luseil, que ellos pasaron en el colectivo y después muchos festejos particulares, fiestas, pero no es que era un punto de reunión como se hace en Argentina.

-La previa a la final, ¿Cómo se vivió?

En el previo fue muy tranquila, como se venían viviendo los otros partidos. Nunca sentí una presión en los jugadores muy fuerte o muy significativa. Fue como que estaban preparando un partido más. En el último entrenamiento fue muy relajado, con dirigentes y eso. Estaban confiados en lo que iban a hacer y sabían lo que se venía y cómo jugar estos partidos y los que más nerviosos estábamos éramos nosotros, los hinchas.

-¿Cómo sigue tu vida profesional a partir de ahora?

Voy a seguir acá. Estoy viendo si me muevo para otro horizonte o sigo un poco más con el proyecto de la Selección de Catar. La verdad que es una decisión difícil, pero tengo que sentarme y empezar a pensar un poco qué me depara el futuro. No lo tengo muy claro, pero por lo pronto seguiré trabajando acá y después ya veré. Tengo un poco de ganas de volver a Argentina, terminar mi carrera y por ahí volver a Peñarol o dirigir algún equipo en Argentina.

 

Alejandro Malky / [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @alemalky

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