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Quimsa es un club que, nadie puede discutir, apuesta siempre por el éxito. Va y va. Perdió dos finales de Liga seguidas (San Lorenzo e Instituto), pero igual vuelve a apostar y a tomar riesgos, en momentos muy complicados para la economía general. Y uno de sus mayores riesgos fue ir por un entrenador con buena trayectoria afuera del país, pero nula en la Liga: Manuel Córdoba.

El nicoleño, como era de esperar, se está acomodando a una competencia que mamó de chico y vió casi siempre de lejos, y quizá pagó algún precio por esa inexperiencia, pero de alguna manera este sábado, cuando venció con mucha autoridad a San Martín en casa, dejó en claro que hay que ponerlos en la consideración alta otra vez. 

Ahora el tema es que tiene que terminar de armar el puzzle, porque Juan Brussino finalmente no llegará y en el club no creen que puedan jugársela con Pérez Tapia como base alternativo semi improvisado (aunque supo jugar mucho de base en su carrera), con el pibe Toretta como único armador real que le queda. Lo de Brussino les hizo un lío que ahora deberán arreglar, casi seguramente, fichando a un extranjero, porque tampoco hay mucho suelto por ahí (¿Nico Richotti, quién más?). 

Brussino los alertó hace casi un mes que necesitaba parar la pelota a su finalización en México, pese a que tenían todo acordado, porque no tuvo descanso entre el final de la Liga pasada y el comienzo de la de México, y eso afecta la cabeza, las piernas y la familia. Quimsa no podía darle el mes de parate que Juan pidió por la BCLA que se viene encima, con lo cual se abrieron los caminos. Ahora Brussino podría aterrizar en Riachuelo, aunque también sonó Boca. 

La buena para Quimsa es que en pocos días seguramente anunciará oficialmente la llegada de Kevin Hernández, abrochado desde el final de Boca en la campaña pasada, tras su título con Abejas de León en México. Kevin tampoco tuvo parate, pero prefiere darle de continuado y se sumará enseguida, dándole un juego interior, con Anderson, Acevedo y Carabalí, que pocos pueden equiparar. 

Teniendo en cuenta que sin ellos dos (Kevin y el base que venga), ya tomaron aspecto de candidato, en el club se entusiasman con el futuro que se viene, aunque saben que la BCLA es otra historia, porque Argentina se viene quedando corta con los planteles, ante la enorme diferencia de poderío que presentan, sobre todo, los equipos brasileños.