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LeBron y Bronny fueron los primeros padres e hijos que jugaron en la historia de la NBA juntos. Sin embargo, no es el primer antecedente dentro del básquet, y centrándonos en la Liga Nacional, hay dos apellidos que escribieron páginas únicas, como lo son los Cangelosi y los Romano.

Juanchi y Jacinto Cangelosi fueron los primeros el 18 de mayo pasado, cuando el niño ingresó en el triunfo de Argentino ante Comunicaciones que cerraba la fase regular. Claro, Juan esperaba que fuera su último partido y Adrián Capelli, el entrenador del turco, quiso que fuera sumamente especial. “No hay mejor foto que esta, dios quiera que haya sido el último partido. Sería un hermoso cierre con mi familia, el nene jugando conmigo. Sabía que se iba a cambiar porque Adrián habló conmigo, por suerte se dio un partido con margen para que entrara y estoy muy feliz que se diera” expresó en Básquet Plus Juanchi.

Un tiempo después, ya en playoffs, Nicolás y Camilo Romano fueron los segundos en Olímpico ante Platense, aunque lo curioso es que el padre no volvió al campo. Claro, ya había sido la figura con 16 puntos y 7 rebotes en los playoffs y había que cuidar los minutos. “Entró y la sacudió (risas), todos me decían eso. Una alegría que haya podido debutar. Era su momento, me desabroché las zapatillas y me senté a disfrutarlo desde el banco” contó luego del juego el juninense sobre Camilo, que esta temporada juega en Independiente de Santiago del Estero la Liga Argentina.

Sin dudas que hay otros casos en el básquet argentino, como Gustavo y Juan Manuel Fernández, los lobitos que compartieron cancha en 9 de julio de Río Tercero en finales para ascender a la Liga B. Además, en el provincial de San Luis hace un tiempo también compartieron cancha Rafael y Valentín Costa con GEPU.