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Hace varios años, parecía que nunca ocurriría y que la mochila que los Lakers acarrean desde los años 60 seguiría para toda la vida. Mientras estaban en Minneapolis, habían ganado 5 títulos ya cuando Boston recién pudo alcanzar su primero en 1957. Para los Lakers, el enemigo era Philadelphia Warriors, no los Celtics. No sabían lo que se les venía.

Desde ese 1957 hasta 1969, Boston ganó 11 anillos, 8 de ellos en forma consecutiva, y los Lakers ninguno. Los Celtics tomaron la delantera en cantidad de títulos y nunca más la dejaron, hasta hoy, donde en realidad solo la comparten. 

Semejante proeza, encabezada por el eterno Bill Russell, poseedor de 11 títulos en lo individual (el más campeón, cómodamente), no pudo ser siquiera amenazada nunca. Los Lakers empezaron a recortar algunos títulos entre los 80, cuando ganaron 5 contra 3 de Boston, y sobre todo a comienzos de este siglo, con el triplete de Phil Jackson, Kobe Bryant y Shaquille O'Neal. 

En el 2002, los Lakers llegaron a los 14 títulos en su historia, quedando a solo 2 de los 16 que tenía Boston en ese entonces. Pero después de 22 años de sequía, en el 2008, con Paul Pierce, Kevin Garnett y Rajon Rondo como líderes, más Ray Allen, los Celtics consiguieron el título 17 en la historia. Justamente ante los Lakers. 

Los angelinos, con Bryant y Gasol ahora, se llevaron dos seguidos, y así quedó la historia hasta ayer: 17 para Boston y 16 para Los Ángeles Lakers. Después del 2010 fueron tiempos para Miami, San Antonio, Golden State, Cleveland y Toronto. Ni Boston ni LA estuvieron siquiera en una final. Los Lakers, en realidad, estuvieron lejos de todo. Hasta la 2019/20 llevaban 6 años seguidos sin playoffs. Boston llegó a 4 finales de Conferencia, incluyendo la de este año.

Entonces, se abrió la gran puerta para terminar con el maleficio. El Rey LeBron era el indicado, y fue uno más de los tantos desafíos que asumió al fichar por la franquicia de California. Pero ahora que se alcanzó al eterno rival, la meta es superarlo, de una vez y para siempre. Contarán con LeBron seguro, y los Celtics, con la guardia troyana joven que aspira a todo. Diez años después de los últimos grandes duelos, quizá vuelva otra ola de Lakers-Celtics. El básquet mundial, agradecido.