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De los doce equipos que participarán de los Juegos Olímpicos de Tokio, el único al que nadie le da (damos), chances de meterse en cuartos de final es Irán. Con el crecimiento de Japón, que quizá no aspire a medalla pero sí a meterse entre los mejores 8, los iraníes son los que un poco desentonan en ese torneo, posiblemente el más parejo de la historia de los JJOO en lo que a básquetbol se refiere. 

Para tener una referencia apenas, y si bien los amistosos no son medida del todo, jugó 5 antes de Tokio, 3 contra Japòn y 2 contra España, los perdió todos y en uno solo cayó por menos de 10. Haddadi, su máxima figura, ya anda por los 36 años y no ha habido una gran renovación. El otro conocido es Aaron Geramipoor, el pivote que jugó para San Lorenzo con el Che García. 

Igualmente, lo de los iraníes es meritorio porque se metieron en dos Juegos de los últimos cuatro, siendo que antes no habían llegado nunca a esta instancia. Eso pasa por la caída en desgracia de China, y aprovechando la presencia de Japón como organizador. Seguramente, será una chance para aprovechar, porque quizá la próxima tarde mucho en llegar.