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Tokio 2020

Balance de Argentina: esta vez no pudo competir

22:40 03/08/2021 | El análisis de lo hecho por la selección no deja un saldo positivo, claramente. Y no sirve de nada engañarse. Se estuvo lejos.

Argentina se fue de Tokio sin poder estar a la altura (Foto FIBA)

En los últimos 10 años, una vez que la Generación Dorada empezó a recorrer la curva desdendente de su camino, se empezó a tener una idea bastante unificada de lo que se buscaba en cada torneo grande internacional: competir. No se iba por un resultado, que generalmente coincidía con el hecho de competir. Cuando se competía, los resultados eran buenos. Cuando no se competía, eran malos. 

A nosotros no nos gusta edulcorar una realidad que quedó clara en Tokio. Se logró el objetivo primario de entrar en los cuartos de final por quinto Juego seguido y eso es sumamente meritorio para un país como el nuestro, pero Argentina no pudo competir esta vez. No es la muerte de nadie, no hay que colgar a los responsables en una plaza pública ni echar a todos los integrantes del equipo. Podía pasar. Y pasó. En dos de los cuatro juegos no hubo paridad (Eslovenia y Australia), contra una España en caída se jugó de igual a igual un rato, y se le ganó a Japón, que con todo su avance en estos 4 años, sigue siendo un equipo de la mitad de abajo del segundo orden mundial. 

Obviamente que hubo motivos y causas muy justificables para entender por qué pasó lo que pasó. Incuestionables. Primero, Argentina no tuvo una buena preparación, o al menos no una acorde para este tipo de torneos. Y no fue por voluntad propia que no la tuvo. No se podría haber hecho mejor. En el 2019, este equipo se preparó casi tres meses, y jugó antes los Panamericanos, donde tomó ritmo y corrigió errores. Llegó en plenitud a China y así le fue. Aquí, fueron 20 días en Las Vegas, con 3 amistosos, y nada más. Demasiado poco. Pero no había forma de que fuera mayor. 

Después hubo tres o cuatro cuestiones puntuales. Una muy importante fue el Covid sufrido por Gabriel Deck a días de ir a LV. No pudo sumarse a tiempo, se perdió unos cuantos días de entrenamientos, y nunca se recuperó totalmente de las secuelas de la enfermedad. En Tokio fue más voluntarismo que otra cosa, y Gaby era una pieza clave. Así y todo, terminó siendo uno de los máximos anotadores del equipo. Deck, además, venía de dos meses inactivo tras terminar pronto con OKC en la NBA. Mismo problema, agravado, tuvo Luca Vildoza, que desde principios de abril no hacía básquet 5 contra 5. Y se le notó bastante también.

Otro tema fue la lesión de Pato Garino. Se sabía que el alero no llegaba en su mejor forma, después de un nuevo año complicado en Zalgiris, pero estos Juegos eran una chance de recuperar buenas sensaciones. Sin embargo, ante España salió temprano y ya no jugó más. Sin Garino, el equipo perdió una pieza clave en la defensa que pretendía ejercer como marca para poder correr y anotar rápido. 

Los dos años más de Scola en relación a China no son tampoco un punto menor. Es sumamente elogiable lo que el capitán hizo con 41 años, pero eso no puede impedir ver que en el contexto general, su realidad de hoy no pudo disimularse tanto con en China, donde hizo un torneo maravilloso. Luis, como el resto, necesitaba que todo estuviera super entrenado y funcionando para poner sus pinceladas. 

Finalmente, Campazzo. Facundo tuvo un año tremendo. Se comió la pandemia en Europa sin poder volver a la Argentina, una situación compleja para salir del Real Madrid a la NBA, empezando el setiembre acb y Euroliga, pasando a Denver tras 20 partidos con los españoles, haciendo una temporada de rookie excelente, jugando muchísimos minutos tras la lesión de Murray, y descansando apenas una semana luego de quedar eliminados en segunda ronda por Phoenix. 

Llegó a Tokio con 97 partidos oficiales en el lomo (más que ningún otro en los Juegos), y se le iba a exigir que fuera el mismo del Mundial, con la misma energía. Lo intentó, dejó el tanque vacío, pero evitentemente estaba exhausto. Fue el termómetro del equipo. Cuando estuvo a tope, Argentina fue una. Cuando se enredó con el apresuramiento y las pérdidas, Argentina fue otra. No se le puede reprochar absolutamente nada, porque no se guardó nada. Será una experiencia más en su notable carrera. 

En el global, analizando el plan argentino, hay que decir que la idea con la que se fue (defender bien arriba, correr, tratar de anotar en los primeros segundos), salió pocas veces. La energía defensiva esperable se vio solamente en el primer cuarto ante España y un rato contra Australia. Lamentablemente, el tiro exterior no funcionó (29% en triples, el peor de los 12 equipos del torneo) y no se generaron puntos de ataque rápido como se esperaba. La defensa no dio resultado: 93.3 puntos en contra, permitiendo 1.11 puntos por posesión (contra 0.98 propios), cifra que aumenta considerablemente si no se toma el juego ante Japón. 

En conclusión. No se pudo competir contra los de arriba prácticamente en ningún momento. De las 3 derrotas, 2 quedarán en el Top 10 de las más amplias de la historia en JJOO ¿No pueden competir estos jugadores? Sí, ya lo demostraron. Sin Scola, a partir de ahora, habrá que modificar sustancialmente unas cuantas cosas desde lo basquetbolístico, pero este grupo de chicos tiene a 10 compitiendo entre Europa y la NBA al máximo nivel. Decir que no pueden volver a estar a la altura sería absurdo. Pueden. Pero esta vez no pudieron. Jugaron mal. No es para rasgarse las vestiduras. 

Fabián García / [email protected]
En Twitter: @basquetplus

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