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Juan Esteban De la Fuente es uno de los tantos nuevos valores que tiene Argentina hijo de una camada exitosa de ahora exjugadores. Su padre, el cabezón, siempre fue un tipo ganador, es uno de los iconos de la Liga Nacional de Argentina, campeón en dos ocasiones, MVP de las finales en esas dos veces y jugador del seleccionado nacional con el cual ganó los Juegos Panamericanos de 1995.

Su hijo no podía no salir como él. Juane, de 22 años, es aguerrido, luchador, con mucha actitud y personalidad, desde muy chico comenzó a destacarse en Quilmes de Mar del Plata de sus amores y en los seleccionados nacionales argentinos de categorías menores. Luego, en 2020, decidió cambiar de aire y se fue a La Banda para jugar con Olímpico de la mano de Leo Gutiérrez.

En 2022, Juane volvió a armar las valijas pero esta vez para cruzar el charco: emigró a Europa para jugar en el básquet de Suiza por tener nacionalidad. Pero la participación del marplatense en la Liga Nacional de dicho país trajo aparejado otra cuestión: fue citado para representar al seleccionado nacional

- ¿Cómo surge la chance de ir a jugar a Suiza?
- Al tener el pasaporte y la ciudadanía, la Liga Suiza era la mejor opción para dar el paso a Europa. Era venir a jugar de nacional y para el nivel que tiene la Liga y la organización, económicamente está muy bien, entonces era una buena oportunidad. No conocía a nadie que haya jugado acá pero era una buena oportunidad por el equipo, el entrenador estaba muy interesado. El entrenador es un exjugador Serbio y cuando hablamos me comentó que estaba muy interesado en el desarrollo de los jugadores, tiene experiencia en su trayectoria como jugador por Euroliga y, obviamente, sabe lo que hay que trabajar y la verdad que me convenció. Había otros equipos interesados pero este fue subcampeón, me habían hablado bien del entrenador y me convenció.

- ¿Cómo fue la adaptación a esta nueva liga?
- La adaptación no me costó mucho, quizás la pretemporada y los juegos de la pretemporada fue lo que más me costó. La adaptación al equipo en realidad me costó. Yo personalmente me sentía bien, volvía a mi posición natural de escolta, volvía a jugar más con la pelota, a estar más involucrado en la ofensiva, mis últimos dos años en Olímpico tenía un rol más defensivo como alero y no era mi naturalidad, yo mi considero un anotador y necesito la pelota, si bien puedo jugar sin ella. Me faltaba eso y acá el entrenador me dio la confianza, me metió rápido en el sistema y entrenamos y laburamos muchas horas el juego con la pelota.

- ¿Qué similitudes y diferencias ves con la Liga Nacional?
- Creo que, hoy por hoy y los dos últimos años la Liga, el nivel bajó un poco, si bien en Sudamerica sigue siendo muy respetada y no es fácil ir a jugar para algunos. Acá en Suiza es más chico, son menos equipos y la manera en la que se juega, no existen como en Argentina las giras ligas de dos o tres partidos, una semana fuera de tu casa, viajes de 20 horas en colectivo, acá viajas el mismo sábado, jugas y te volves. Se juega una vez por semana salvo que se esté jugando alguna copa en simultáneo, con lo cual hay más tiempo para entrenar.
Veo una similitud en cuanto a lo físico con la Liga Nacional, si bien no es el nivel más alto de Europa ni está cerca de serlo, es un básquet muy físico, para el cual hay que estar preparado. Yo llegué sabiendo que iba a ser así porque el entrenador me lo había dicho de antemano pero si no me lo hubiese dicho me hubiese sorprendido, no por subestimar la competencia, pero sino porque no te lo esperas. Se juega una defensa muy dura casi todos los partidos, es muy cercano a como es en Argentina.

- ¿Cómo se viene desempeñando la temporada en lo personal y en lo grupal?
- En lo grupal, si bien yo ahora no estuve jugando por mi esguince de tobillo, unos partidos antes que me lastime yo, el base titular norteamericano está afuera por una lesión de rodilla, va a estar un tiempo prolongado. Eso nos golpeó un poco en lo grupal porque veníamos muy bien, habíamos logrado una identidad y una química muy buena tanto dentro como fuera de la cancha. Ahora vino un refuerzo para reemplazarlo y, obviamente, en los primeros partidos le costó un poco pero ya está metido en el grupo. Cuando volvamos todos vamos a ser muy peligrosos para cualquier equipo de la liga, ya lo demostramos, le ganamos a casi todos, perdimos dos partidos contra un mismo equipo y al resto le ganamos a todos. Eso demuestra que podemos jugar de igual a igual con todos.
En cuanto a lo individual, me siento muy bien, me siento que estoy en una de mis mejores temporadas en cuanto a nivel ofensivo y defensivo, estoy teniendo buenos porcentajes que es algo que en el pasado no podía concretar. No soy mucho de preocuparme por los números pero sé que vengo teniendo unos buenos números. Lo que más destaco es la confianza con la que volví a jugar. Cumplo un rol completamente distinto en este equipo, un rol que me sienta más cómodo, que siento que soy más capaz de cumplir, que es anotar, asistir (aunque no soy muy asistidor), pero como te digo, me siento muy bien y espero seguir así.

- En las últimas dos Ventana FIBA fuiste citado para jugar con Suiza. ¿Qué sensaciones te genera esto?
- Cuando arreglé para venir a jugar acá ya sabían que yo tenía nacionalidad, ya habían preguntado por mi para ir a jugar a la Selección de Suiza. Yo estaba en Mar del Plata en mi casa de vacaciones y ya se venía hablando la posibilidad de que yo llegue acá, empiece a jugar y si medianamente estaba bien, me iban a citar para conocer al entrenador, al equipo. Se dio que llegué y empecé a jugar bien, demoré dos partidos en adaptarme, entonces me llamaron. No pude ir a ninguna de las dos citaciones, pero pude ir a la primera Ventana a entrenar un día antes que se vayan a jugar a Croacia y ahí conocí al entrenador y al equipo.
Es una buena vidriera para mostrarme en el mercado de Europa. Si bien no es lo que me nace jugar para Suiza, soy argentino y ya tuve mi experiencia con la Selección Argentina, tuve la suerte de haber logrado una medalla de Oro con el equipo de 3x3 en Buenos Aires y fue el momento más eufórico y que más recuerdo con amor en mi carrera. 
La verdad que lo pienso, lo considero, con la gente que lo hablé me dicen que no es una oportunidad que todos tienen de jugar en una selección europea pero bueno, yo siempre espero que llegue la citación para jugar para Argentina, en la Ventana, en lo que sea, un partido, un minuto, lo que sea. Es algo que siempre estoy esperando. Pero bueno, no es algo que dependa de mi, solo depende de mi seguir trabajando, entrenando, jugando.

- Varios de tus compañeros de la camada de la 2000 están teniendo participación en el equipo nacional. ¿Estás en contacto con ellos? ¿Hablan seguido?
- Si, estoy al tanto que los chicos, y más jóvenes también, están dando el paso a la Selección Mayor y me pone muy contento y me hace sentir parte porque tengo afinidad con algunos, con otros menos, pero me pone contento y yo también sueño con estar ahí. No lo veo muy lejano, pero también me hace pensar la opción que me está dando el seleccionado de Suiza para jugar en el mejor de Europa y mostrarme contra los mejores seleccionados.

- Tu papá, histórico jugador de la selección argentina, ¿te dio alguna opinión sobre esta posibilidad de representar a Suiza?
- Mi papá piensa que es una muy buena oportunidad, lo mismo piensa mi padrino (Néstor García). Hablé con ellos, con Carlos Delfino, no es algo que me gustaba andar contando pero bueno, ya se hizo público que estaba la posibilidad y la verdad que ninguno me dijo que estaba mal ni que estaba bien, solo lo objetivo, lo que te comenté antes, que es una vidriera enorme para mostrarme de este lado del mundo, para mostrarme con el mejor nivel, para tratar de jugar Eurocopa, para medirme contra selecciones muy fuertes como Lituania, España, Francia, un básquet de alto nivel.
Como te decía, no es algo que lo tengo decidido, justo estuve lesionado en las dos ocasiones y eso me permitió poder pensarlo un poco más. Todavía no estoy 100% seguro.

Federico Radulovich / [email protected]
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