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En 1971, Wilt Chamberlain tenía 34 años y ya jugaba en Los Angeles Lakers. En esa época estaba con algunos problemas económicos y quiso aprovechar su condición de estrella de la NBA para retar a Muhammad Alí a una pelea de boxeo.

El púgil venía de caer frente a Frazier en el Madison Square Garden y necesitaba una pelea que le permitiera recuperar su imagen tras la derrota ante su eterno rival.

Así, ambos deportistas se encontraron en televisión para promocionar la pelea. Allí, Chamberlain se burló de la altura de Alí, le mostró su alcance de brazos y el boxeador solo lo apuró para firmar el contrato y llevar a cabo la pelea.

Luego si desafió: “Cuando te tumbe quiero que todos los jugadores de la NBA y todos los jugadores de fútbol americano se suban al ring contra mí. Pelearé en Marte si quieren. Me da igual. Traigan también a Bill Russell si quieren”.

Así, todo parecía dado para que la pelea se diera en el Astrodone de Houston, con capacidad para 68 mil personas. “El mejor vs el más grande” decía el cartel del combate.

Sin embargo, todo se desmoronó por cuestiones económicas. La versión oficial dice que el dos veces campeón de la NB no aceptó el acuerdo, dado que consideraba insuficientes los 500 mil dólares que le quedarían, cuando antes supuestamente le habían ofrecido 5 millones.

Tiempo después, Chamberlain recordó la posibilidad y se lamentó: “Pelear con Muhammad y competir en el decatlón olímpico son probablemente las dos cosas que siempre hubiera deseado hacer. Creo que podría haber realizado un gran trabajo, puede que incluso hubiera ganado ambas cosas. Pero supongo que nunca lo sabré”.