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Los años pasan, los que eran jóvenes se empiezan a poner grandes, en algunos casos tienen hijos, los chicos crecen y continúan desarrollando el ciclo de la vida. En el básquet, como en el deporte, esta historia también suele repetirse.

Hoy, las figuras y grandes jugadores de hace algunos años, ya grandes y retirados, comienzan a ver los primeros años competitivos de sus hijos. Mucho se habla de LeBron James y sus dos hijos en los últimos años y la posibilidad de que ambos jueguen juntos. Pero, en otros lados, pasan cosas similares pero distintas.

En el FIBA Américas U16 que se está jugando en México, este martes se vivirá un duelo con dos apellidos ilustres. A partir de las 20.30 horas jugarán Argentina ante Estados Unidos, de un lado habrá un Scola y del otro lado, dos Boozer.

Luis y Carlos estarán uno de cada lado, pero sentados en la tribuna. Dentro de la cancha, quienes estarán en lugares opuestos serán Tomás, por el seleccionado sudamericano, y Cameron y Cayden, por el norteamericano. No caben dudas que el encuentro tendrá mucho más que el cruce entre los hijos de Scola y Boozer, esto solo quedará en un detalle de color y anecdótico.

Luis y Carlos, los progenitores, libraron grandes batallas en la zona pintada. La primera de ellas fue en 2001, en el Mundial U21 disputado en Saitama (Japón). Allí ganó Estados Unidos, Boozer le ganó un rebote clave a Scola que terminó dándole la clasificación a semifinales a los norteamericanos.

Pero Luifa no demoró en tomarse revancha. En los recordados Juegos Olímpicos Atenas 2004 en el que Argentina ganó la medalla de Oro cortando la racha ganadora de los estadounidenses, Scola fue determinante y clave para la victoria, imparable para Boozer. 

Cuatro años después, en Beijing, Estados Unidos logró un holgado triunfo ante Argentina aunque Boozer tuvo poca participación (apenas 2 minutos). El equipo de norteamericana presentó un plantel plagado de estrellas de la NBA.

Justamente en la mejor liga del mundo, se vivieron varios duelos entre ellos, entre 2008 y 2015. Ahora será tiempo de mirarlo sentado y desde afuera porque serán sus hijos los protagonistas y quienes reediten este duelo.