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Facu Campazzo: de Chicho Terremoto a Spiderman

10:08 25/12/2020 | El cordobés se estrenó en la NBA con 29 años, y se enfrenta a un nuevo gran desafío: cerrarle la boca a los que lo menosprecian.

Facu está en el proceso de ser aceptado por sus compañeros (Foto Getty)

Facu Campazzo no nació para jugar al básquet. O, al menos, no nació con el físico para jugar al básquet. Es uno de los argumentos que tuvo que escuchar mil veces a lo largo de su carrera para justificar por qué no le daban una oportunidad o por qué no iba a conseguir cosas. 

No hablaremos de su etapa de formativas, en donde fue saltando cada obstáculo en su Córdoba natal para llegar a Peñarol y a la Liga Nacional. Ahí parecía que se le complicaría hacer pie. Era petiso y un poco rechoncho, pero se terminó comiendo a la competencia. 

Ya en el Madrid, en su primer año, las pasó todas: desde una adaptación complicada, su separación matrimonial, los pocos minutos que le daba Laso, casi no cambiarse al final para los juegos, y el apodo de Chicho Terremoto, que si bien fue colocado de forma simpática, no era como él quería ser visto. Lo del revulsivo ya era tiempo pasado. Tenía que ser visto como un base armador. Explosivo, sí, pero no solo eso. 

Eran tiempos en donde los periodistas españoles que hoy lo adoran y añoran, decían que "no creo que pueda defender a nivel Euroliga". Facu se fue dos años al Murcia, conoció la acb, lideró a su equipo a los playoffs, la rompió toda y volvió al equipo blanco renovado en todo sentido, incluso desde lo familiar, ya con su actual esposa, Consuelo, pero además con el respaldo deportivo. Eso sí, volvía a un equipo donde ya no lo acompañaría Chapu Nocioni y donde compartiría la media cancha con Sergio Llull y Luka Doncic, nada menos. ¿Tendría minutos?

A esta altura, su cuerpo era otro, y su cabeza era otra. Fue importante en su primer año, mucho más en el segundo y determinante en el tercero y cuarto, que dejó en el medio del torneo. Ganó todos los MVPs posibles, todas las copas, todos los reconocimientos, y por eso le llegó su último gran desafío: la NBA. 

Y aquí, como si nada hubiese pasado antes, tendrá que volver a convencer a todos, porque la NBA tiene es parte oscura, que es que solo vale lo que se hace allí. Y quedó demostrado con los 3 partidos de pretemporada y el de su debut el miércoles. Algunos valoran su paso por la selección, casi nadie conoce lo que hizo en el Madrid, y lo que ven es a un jugador bajo, con un enorme ímpetu, que no tiene temores. 

Jamal Murray lo apodó Spiderman en el primer amistoso contra Golden State, por la forma en la que Facu corría de un lado a otro y estaba en todos lados al mismo tiempo. Como aquel Chicho Terremoto, suena como un comentario simpático, que sin embargo, de alguna manera, subvalúa la capacidad del jugador elogiado. 

Campazzo tuvo esto muy claro antes de tomar la gran responsabilidad de su vida, que fue dejar al club más importante del mundo para irse a empezar de nuevo en la NBA. Su carácter y personalidad hace pensar que, como ocurrió con Chicho Terremoto, Spiderman será pronto una anécdota para un jugador que hace una década se dedica a cerrar bocas. 

Fabián García / [email protected]
En Twitter: @basquetplus

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