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El Real Madrid empieza a encaminar un rumbo que no arrancó del todo recto. El conjunto de Chus Mateo venció al Partizán por 93 a 86 en la segunda jornada de la Euroliga. Serge Ibaka realizó un gran partido en el que se destacó con 15 puntos y 7 rebotes. Dzanan Musa y Xavier Rathan-Mayes aportaron 12 tantos para el Madrid. Por el lado del Partizán, el mejor fue Carlik Jones que sumó 15 puntos. Campazzo, que jugó luego de una cautelar tras su suspensión, aportó puntos y 11 asistencias; Deck terminó con 10 tantos.

Los primeros minutos de partido han sido frenéticos. Parecidos a un partido entre ambos equipos en unos playoffs. Desde aquellos cinco enfrentamientos a vida o muerte entre los madrileños y los serbios, cada enfrentamiento es una nueva guerra. Y hoy lo ha sido desde el inicio, con un encuentro trabado y con mucha intensidad defensiva. Los de Obradovic han impuesto su juego de inicio, con buena circulación y puntos desde el perímetro, con un 6 de 10, pero los madridistas han conseguido oxígeno desde la pintura y el tiro libre, con agresividad de cara al aro. Ahí, bajo la batuta del ‘Facu’, la mano de Hezonja y el carácter ofensivo y defensivo de Ndiaye, los de Chus Mateo han mostrado buenas sensaciones para igualar las fuerzas.

Durante el inicio del segundo asalto se ha impuesto la ley Ibaka, que cobra peajes a los ataques rivales e impone su músculo en ataque. Quizá, aunque sea pronto para definirlo, sea el mejor fichaje del verano blanco, por lo que puede aportar en pista y la experiencia en partidos de alta intensidad. A Serge se le ha unido un buen Rathan-Mayes, que ha empezado a acertar desde la línea de triple. Además, su más/menos ha sido de +11. Aunque en el períemtro el dominador ha vuelto a ser Partizán, que ha seguido la estela blanca a base de lanzamientos de tres. El duelo se ha enfriado y al Madrid le ha costado volver al mismo tras la lesión de Andrés Feliz, que se ha torcido el tobillo derecho tras un contacto durante una bandeja con Tyrique Jones que le ha desequilibrado al caer. A pesar de ello, los blancos se han impuesto en el cuarto y se han marchado por delante a vestuarios. 

Tras el descanso, el partido se ha ido al terreno que más le interesa a Partizán de Belgrado, a un escenario de defensas, juego trabado y velocidad en los contragolpes con mucho tiro de tres. El parcial durante los primeros siete minutos ha sido de 9-10. Además, los blancos se han encontrado con problemas desde muy temprano, con la cuarta personal de Tavares a falta de 17 minutos para el final. Por momentos también se ha podido ver la desesperación del ‘Facu’ con los pocos movimientos de sus compañeros, parece que ante la falta de comprensión de algunos sistemas. Aún así, el mago blanco ha sacado sus trucos de la chistera para mantener al Madrid por delante en el marcado, deleitando al Palacio con una asistencia en los últimos segundos por la espalda que nadie sabe aún de dónde ha salido.

El último cuarto, al que el Madrid ha entrado 4 puntos arriba, ha sido el del bautismo de Rathan-Mayes que, con dos triples seguidos, ha levantado y encendido un Palacio que ha explotado después con el de siempre, con Llull, que ha disparado a los blancos a un +12 y ha obligado a Obradovic a pedir un tiempo muerto. Los de Chus Mateo no han soltado el pie del acelerador y han aprovechado la buena dinámica para distanciarse rápidamente en el marcador. Pero los últimos minutos, igual que en los anteriores partidos de la temporada, los madridistas han vuelto a estar erráticos en ataque y carentes de solidez en defensa, por lo que los serbios se han vuelto a meter en el partido. 

En el partido de hoy, eso sí, las dudas han sido efímeras y los madridistas han vuelto a conectarse rápido al choque para calmar las aguas y sumar la segunda victoria consecutiva en casa, la primera europea de la temporada, en un partido que ha sido una buena piedra de toque. 

Boxscore

Real Madrid 93-86 Partizán de Belgrado: el Palacio calma las aguas madridistas/Bernabéu Digital