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El Barça ajusticia al Bayern desde el triple / Diario As
 

Ante una defensa como la del Bayern de Munich, física y correosa, el Barça sacó a relucir una de sus virtudes: el tiro exterior. Empezaron con unos porcentajes malos, pero cuatro triples sin fallo de Abrines les pusieron en el camino de la victoria. En la salida del descanso, gracias a Laprovittola, pusieron tierra de por medio y en el último cuarto defendieron bien la renta ganada gracias a Jokubaitis. Victoria merecida y trabajada de un Barça que, a través del rebote y la defensa, maniató al Bayern. Rubit, 19 puntos y 7 rebotes, el mejor local.
 

En un inicio repleto de imprecisiones, los aficionados del Bayern se cansaron más de lo habitual. No se sientan hasta la primera canasta de su equipo, que llegó a los dos minutos y medio y desde el tiro libre. Unas de las armas del Bayern en el primer cuarto, con la que sumaron hasta 8 puntos. En el Barça anotan los sospechosos habituales (Lapro, Sato, Kalinic…) pese al abuso y el mal porcentaje en los tiros de tres. El control del rebote les mantuvo igualados en el marcador (18-18). Pero los azulgranas no estaban cómodos.

Tres triples de Abrines arreglaron las estadísticas de tiro y, sobre todo, dieron tranquilidad al Barça (22-29). Con un Satoransky más liberado y con el equipo por delante en el marcador, se vio un juego más dinámico ante un Bayern que, sin embargo, no dejó de anotar. Da Silva no estuvo especialmente acertado en defensa, tampoco en ataque, costándole más de una bronca de su entrenador. Y no le faltó razón. Otro triple de Abrines alargó el marcador, pero los puntos de Weiler-Babb y Rubit lo acortaron (34-37).

El mejor momento del Barça llegó tras el descanso gracias a Lapro y al tiro exterior. Los triples de Abrines fueron trabajados, pintados por Jasikevicius, tras bloqueos, mientras que ahora los azulgranas tiraron de talento. Sanli, Satoransky y sobre todo Laprovittola pusieron al Barça 12 arriba (44-56). Manteniendo a raya al Bayern en defensa, derrocharon talento desde los 6′75. Los alemanes, sin embargo, se resistieron a dejarse ir.
 

Con una ventaja alrededor de los diez puntos, el Barça no pudo todavía matar el partido. Siguió tirando bien, pero Lucic se unió a Rubit en la rebelión germana. Con un Higgins lejos de su nivel, Jokubaitis se erigió como el líder del Barça en el último cuarto. A cinco para el final, la diferencia se mantenía en el más 12 para los azulgranas.
 

Con los mismos protagonistas acabó el Barça el partido, defendiendo bien su renta, con todas las virtudes que mostró durante los anteriores 35 minutos.

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