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Estudiantes de Olavarría es un campeón muy recordado en la Liga Nacional. El Bata consiguió el título en su cuarta temporada desde el ascenso del viejo TNA y se ganó el corazón de los amantes del baloncesto nacional por bajar nada más y nada menos que a Atenas de Córdoba, bicampeón vigente en esas épocas con un equipazo con Pichi Campana y Marcelo Milanesio como estandartes.

Quizás Estudiantes llegaba a esta temporada 1999/2000 para ver sus aspiraciones. En 1998 tuvo que luchar por no perder la categoría, pero la llegada de Sergio Santos Hernández le daría un cambio rotundo a la idiosincrasia del equipo. A las figuras del Lobito Fernández y Claudio Lolo Farabello y J.J. Eubanks, se le sumaron la de Daniel Farabello, Rubén Wolkowyski, Nicolás Gianella, y otro extranjero como Dwayne McCray.

Tras un muy recordado viaje por Holanda para disputar la “Semana del Básquet Holandés”, donde obtuvieron el subcampeonato. El equipo olavarriense continuó su buen andar y finalizó en el primer lugar de la fase regular.

En el primer juego de los playoffs lo esperaba Quilmes de Mar del Plata. Fue barrida por 3 a 0 y desde el último juego en el Once Unidos, se empezaba a pensar en un equipo que iba a ser realmente candidato. Más aun cuando enfrentaron a Gimnasia de Comodoro Rivadavia, y barrieron al equipo sureño por 3 a 0.

Olavarría es una ciudad donde, hasta antes de la explosión del Bataraz, no tenía mucha cultura deportiva. Solo con el fútbol y el básquet doméstico, en los primeros partidos de la temporada no hubo una buena presencia de público como la dirigencia lo esperaba, pero con el correr del tiempo y de los buenos resultados, el Maxi gimnasio del hermoso Parque Carlos Guerrero cada vez empezó a tomar más color y los vecinos de la ciudad cada vez colmaban más las tribunas.

Los jugadores y el cuerpo técnico lo sabían. Al regreso del último juego ante Gimnasia de Comodoro, casi 30 kilómetros antes de llegar a la ciudad se empezaron a observar distintas banderas blancas y negras para demostrar apoyo al equipo. Esa pasión se vio aumentada en la serie final ante Atenas.

Los cordobeses venían de ser bicampeones de la Liga Nacional y tenían un verdadero equipazo. Ya sin Oberto, los de Pablo Coleffi tenían entre sus filas a varios históricos como Milanesio, Campana, Osella, Palladino, Gutierrez y Lábaque, sumado al poderío extranjero de Osborne. Los primeros juegos fueron en Olavarría, con triunfos de Estudiantes por 86-80 y 82-66.

Pero cuando la serie se mudó a Córdoba, la realidad fue totalmente distinta y Atenas fue contundente en el tercer juego y se lo quedó por 95-77. El cuarto fue un poco más parejo, pero también terminó con triunfo para los de Coleffi.

El quinto juego fue una verdadera batalla que finalizó con triunfo para los de Oveja Hernández por 81-76. El sexto fue en el Carlos Cerutti con victoria de Atenas por ocho puntos (80-72), para finalmente definir la serie en la capital del Cemento.

Fue una serie donde dominaron los locales, y el público lo sabía. El Maxi Gimnasio Parque Carlos Guerrero es uno de los estadios con mayor capacidad del país y realmente es muy difícil llenarlo. Pero la expectativa era tan grande, que las entradas se agotaron en poco menos de dos días y se esperaba un lleno total en las tribunas, con más de 7.500 personas.

El séptimo juego también fue una gran batalla y nada fácil para Estudiantes. Atenas estuvo al frente hasta faltando tres minutos, cuando apareció Nicolás Gianella con un triple salvador para empatar el marcador en 66. Baldo y Wolkowyski fueron importantes en el cierre, con un par de dobles y varias tapas.

En el minuto final, Estudiantes empezó a saborear el campeonato. Dos libres del futuro NBA y una volcada a una mano de Gianella, decretaron el 80-71 final, para el delirio de las más de 7.500 almas que dijeron presente en el maxigimnasio.

Se cumplen 22 años de esta increíble gesta de Estudiantes de Olavarría, en un título que quedó marcado en la retina de muchos. Wolkowyski fue el MVP de las finales, mientras que Eubanks fue el goleador de la temporada con 1514 puntos en 55 partidos, obteniendo un promedio de 27.5 por partido (ocupa el tercer lugar como máximo anotador en una temporada, solo por debajo de Juan Espil).

Aquel plantel lo componían, además de los ya mencionados, Daniel Farabello, DeWayne McCray, Nicolás Gianella, Víctor Baldo, Gustavo Ismael Fernández, Claudio Farabello, Ignacio Ochoa, Federico Marín, Darío Mansilla, José Mikulas, Federico Arce, Fernando Mendia y Bruno Tosetto. El entrenador era Sergio Hernández y también componía el cuerpo técnico el utilero Ricardo Moyano, persona muy querida en el club de calle Lavalle.

Actualmente Estudiantes se encuentra en la segunda categoría del básquet nacional y cayó en semifinales de conferencia ante Deportivo Viedma. El Bataraz es un grande de nuestra liga y seguramente lo veremos en la élite en unos años.