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Dominé, básquet y Quilmes, son tres palabras que van de la mano, así fue y sigue siendo con el paso de los años. Bien conocida es la historia de Eduardo Dominé, héroe de Quilmes de Mar del Plata y parte de la Selección Argentina. Matías, su hijo, siguió los mismos pasos. Debutó con los colores cerveceros y disputó el Mundial U17 con la albiceleste. Franco Dominé es el sobrino de Eduardo por parte de su hermano Hugo. Nació en Estados Unidos y pese a que recibió ofertas para jugar con el bando de las estrellas, él también eligió la celeste y blanca, así como los colores rojinegros de Quilmes.

Franco tiene 17 años, mide 1.90 y juega normalmente en la posición de alero. Su papá, Hugo, lo describe por fuera de la cancha como un chico "tranquilo y calladito". Desde muy chico juega al básquet y como todo argentino, también al fútbol. Nació en Estados Unidos, donde hizo todo el recorrido formativo en el propio colegio. Actualmente va por su segundo año de High School con Western de Florida. Desde tercer grado en la primaria el básquet lo marcó a través de un entrenador, Raja Bell, ex NBA con 12 temporadas en la Liga. 

En cancha, es un alero con habilidades para transportar por sí mismo el balón, con penetración y tiro. Hugo lo define como un jugador que: "Se sacrifica por el equipo. Un gran trabajador al que le gusta entrenar, mejorar y luchar". En la Selección Argentina para sordos hace las veces de pivote por su altura. Dicha ventaja lo lleva a sobresalir entre el resto en una categoría mayor que la suya teniendo 17 años en un equipo U21. Equipo que ha esta altura ya disputó tres partidos, sin victorias, con Franco como protagonista. En la última caída, por 106-48, anotó 25 de los puntos en el equipo, colaborando además con 8 rebotes.

La familia y Quilmes tampoco puede quedar de lado. Lógicamente Franco es primo de Matías Dominé, jugador de la Selección U17 Argentina en el reciente mundial de la categoría. Ambos comparten un mutuo respeto y admiración, una relación entrañable a pesar de las distancias. El club tampoco se olvida. Los primos han jugado juntos en las inferiores del Cervecero, Franco está anotado en Quilmes, que lo recibe con brazos abierto para partidos a mitad de año.

El vínculo con la FABS (Federación Argentina de Básquetbol Silencioso) nació modernamente. El papá de Franco era seguidor, por redes sociales, de las actividades de la Federación, incluso colaborando para las competencias de los Topos. Fue así que cuatro meses atrás dio con el video del presidente de la FABS, Adrián Reynoso, invitando a todos los chicos con discapacidad auditiva que jueguen al básquet para formar parte de la Selección. Ante la presentación de un talento como Franco a los 5 minutos de ese contacto se arregló todo. Franco hoy representa a la albiceleste, extendiendo el legado familiar y a la espera de que más chicos tengan la oportunidad de desarrollarse en el deporte rompiendo barreras.

Pablo Catalá / [email protected] 
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