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Los Juegos Olímpicos de Río 2016 marcaron la despedida de la Generación Dorada. O lo que era parte de ella, ya que de los cuatro que fueron, solo Chapu Nocioni y Manu Ginóbili dijeron adios luego de aquel juego ante Estados Unidos en cuartos de final.

Pero algo increíble pasó, el Lancha Delfino los retó a los dos en pleno momento. "En ese momento yo pensaba en seguir jugando, porque tenía el estímulo y las ganas de estar. Nunca tomé ese partido como una retirada” contó en Infobae.

Y allí se dio la anécdota: “Hay una anécdota de lo que pasó en ese momento que no me la olvido más: cuando Manu (Ginóbili) empezó a llorar y al Chapu (Nocioni) también se le empezaron a caer algunas lágrimas, yo los agarré a todos y les grité que no había que llorar. ‘¡Nosotros no lloramos delante de todos!’, me salió decir, porque no lo tomaba de esa manera”.

Y agregó qué pensaba: “No me gustaba mostrar esa parte humana del grupo, que con el tiempo me di cuenta de que estuvo buenísimo. Para el Chapu y Manu fue su despedida, pero yo nunca lo tomé de esa manera. Después me di cuenta de lo que había pasado. Incluso yo también estuve mucho tiempo afuera de la Selección y no me imaginaba que ese iba a ser mi último partido. Lo digo sin ningún remordimiento, pero no lo había tomado como tal. Para mí era mi último partido con un grupo de personas especiales, con el que había vivido experiencias muy grandes, pero las cosas se fueron dando así”.

Tal cual dijo el Lancha, no fue su último partido. Y tanta historia más hubo después, que se dio el lujo de levantar la Americup en septiembre pasado, seis años después de aquel momento en el que vivió el último viaje de egresados junto a Chapu y Manu.