Desde sus primeros pasos en las categorías formativas, todos empezaron a marcar a Juan Pablo Vaulet como un nombre a seguir por sus enormes condiciones que lo ponían como una de las grandes promesas del básquet argentino. Claro que hubo que esperar para ratificarlo. El alero sufrió una grave lesión en el pie izquierdo (la misma de la que se recupera Carlos Delfino) y estuvo 16 meses parado sin ver acción.
Pasó la pesadilla y el cordobés al fin pudo mostrar en la cancha todo lo bueno que se hablaba de él. Bahía Basket apostó por él y lo contrató para la 2014/15, le tuvo paciencia y le dio lugar en la Liga Nacional, donde fue importante para el buen andar del equipo. Tuvo promedios de 7.2 puntos y 4.1 rebotes en 17.2 minutos en cancha (34 partidos) y ayudó a su equipo para generarle un gran dolor de cabeza a Peñarol en los cuartos de final, serie que el campeón definió de manera dramática en el quinto juego.
Vaulet, quien también fue el MVP del Final Four de la Liga de Desarrollo, ya cambió el chip y piensa en lo que viene: el Mundial U19 en Heraklion, Creta (Grecia), tercer torneo de este tipo que disputará con Argentina (ya jugó el Mundial U17 2012 y el Mundial U19 2013). Antes del viaje a Europa para la gira previa de preparación, el cordobés de 19 años analizó todo lo que pasó y lo que se viene en una charla con Básquet Plus.
-¿Qué les dejó esa serie de cuartos de final contra Peñarol, en la que dieron una batalla enorme y estuvieron cerca de eliminar al campeón?
-Para mi fue una experiencia muy linda. Fueron mi primera temporada y mis primeros playoffs y me tocó enfrentar a Peñarol, el campeón, que tiene un equipo con muchos jugadores experimentados. Fue una lástima perder en el quinto partido, pero quedó demostrado que les podíamos haber ganado. Ellos se lo llevaron al final porque nos tiraron toda la experiencia que tenían de los años anteriores.
-Más allá de esa chapa y mayor experiencia que tiene Peñarol, ustedes tuvieron el carácter y la cabeza para afrontar el desafío. De hecho sacaron una gran ventaja en ese quinto partido en Mar del Plata. ¿Qué les faltó para dar el golpe?
-Creo que en los dos primeros partidos nos faltó el convencimiento de que podíamos ganar. En el primero estuvieron todo el partido arriba, pero en el segundo sacamos una diferencia y nos faltó cerrar. Cuando volvimos a Bahía ya teníamos el convencimiento de que podíamos ganar y nos fue muy bien, ganamos los dos juegos por una diferencia importante. Y ya en el quinto, entramos a jugarlo como queríamos, como habíamos jugado en casa. Quizá nos faltó hacer hincapié en algunos detalles que contra Peñarol no los podemos dejar pasar.
-A los más jóvenes como vos, ¿qué les generó llevar hasta el límite de sus posibilidades a un equipo como Peñarol y en una serie de playoffs?
-Fue una experiencia muy linda, y nos dejó una sensación de que jugando juntos y en equipo podemos ganarle a cualquiera. Creo que quedó demostrado eso. Espero que nos sirva como experiencia para los próximos años, para poder tener esa fortaleza para jugar los playoffs.
-¿Qué balance hiciste desde lo individual en esta que fue tu primera temporada con mucho protagonismo y minutos en Liga?
-El balance fue súper positivo. Yo llegué a Bahía lesionado y estuve los primeros cuatro meses de la Liga sin poder jugar, estaba en plena recuperación de una lesión en el pie. Por suerte acá me tuvieron muchísima paciencia, nunca intentaron apurarme. A medida que empecé a jugar me fueron llevando de a poquito porque había estado mucho tiempo parado, 16 meses. Volví a jugar en diciembre y con el correr de la temporada fui agarrando cada vez más confianza.
-¿Qué fue lo mejor que hiciste y dónde sentís que te faltó o te falta mejorar?
-Lo que hicimos bien, no sólo yo sino todos los jugadores más chicos en Bahía, fue darle ese cambio de intensidad y agresividad a la hora de entrar a jugar. El cuerpo técnico siempre nos pedía a los más chicos que cuando entrábamos desde el banco lo hiciéramos cambiando el ritmo del partido, corriendo y con mucha intensidad. Por otro lado, quizá me faltó jugar más agresivo en ataque. En los primeros partidos me costó bastante agarrar ritmo, sobre todo en el tiro exterior y las penetraciones. Había partidos en los que no encontraba el momento, pero con el paso del tiempo lo fui mejorando y creo que todavía debo mejorarlo para la próxima temporada, ser más agresivo en ataque. El tiro es quizá donde más tengo que mejorar, saliendo de cortinas y todo eso.
-Bueno, ahora se te viene el Mundial U19, ¿qué te genera este nuevo torneo con la Selección?
-La verdad es que estoy muy contento, porque hace un año estaba en plena recuperación y no sabía si iba a volver. Pude volver a jugar la Liga y ahora me toca un torneo como este, con todo lo que significa un Mundial.
-¿Cuáles son tus objetivos personales y los del grupo?
-En lo personal, mi objetivo es dar todo lo que me pide el cuerpo técnico y lo que puedo darle al grupo. Y sobre todo disfrutar de un torneo así, que no se juega todos los días. A nivel grupal, el objetivo es el primer partido, porque me parece que no hay que apurarse a ponerse objetivos tan altos sino ir día a día, sobre todo en un torneo donde se juegan todos los días. Hay que preocuparse por el primer partido, después el segundo y así hasta ver cuán lejos podemos llegar.
-Teniendo en cuenta tu conocimiento del grupo y de la filosofía de Sebastián Ginóbili como entrenador, ¿con qué clase de equipo pensás que nos vamos a encontrar?
-Un equipo muy agresivo y que va a correr bastante. Somos un equipo de baja estatura, algo que siempre le pasa a Argentina, pero espero que a eso lo podamos compensar con intensidad, porque si jugamos por la altura vamos a salir perdiendo siempre. Seguro vamos a tener mucha actitud y ganas de ganar.
-Teniendo en cuanta lo que se generó con tu nombre en el básquet argentino, los elogios y el cartel de gran promesa que tenés, ¿sentís que este torneo es una gran vidriera para mostrarte?
-Todo lo que se dice trato de tomarlo como una motivación. Trato de estar tranquilo y sobre todo disfrutar y trabajar día a día, viendo qué se puede mejorar. Seguramente este torneo va a ser una gran vidriera, pero trataré de tomarlo con calma y disfrutar, sin meterme presión.
-¿Te genera algo de presión que todos te mencionen como una de las grandes promesas?
-No sé si presión, pero si me genera una sensación de decir “uh, tengo que mejorar esto o aquello”. Pero las cosas no de pueden lograr de un día para el otro, sino que llevan un tiempo. Uno tiene que preocuparse por entrenarse y hacer las cosas bien todos los días, que después las cosas van a ir llegando solas. Me ha pasado un poco de volverme loco, pero ahora trato de disfrutar y hacer las cosas bien día a día.
-¿Esos momentos en los que decís que te volviste un poco loco fueron durante tu recuperación, en ese tiempo en que estuviste tanto tiempo parado? Imagino que tener una lesión grave siendo tan joven debe generar cierta incertidumbre...
-Sí, fue un momento duro. En esos 16 meses pasé por dos operaciones. Antes de eso casi no había tenido problemas. Una lesión como esas a tan corta edad me sorprendió, porque yo no tenía mucha idea sobre cómo era la recuperación. Yo pensaba “bueno, me operan, estoy parado dos meses y empiezo a jugar”. Pero no era así, porque si daba un paso mal volvía atrás muchos meses de recuperación. Traté de estar tranquilo y busqué recuperarme lo mejor posible. Siempre supe que iba a volver a jugar después de la lesión, pero al estar ahí es muy difícil, porque no podés hacer nada, ves al resto entrenarse y te dan ganas de hacerlo. O ves los partidos por la televisión, tenés ganas de jugar y no podés porque apurarse era un paso en falso. Yo creo que ahí aprendí a tranquilizarme y entendí que con el tiempo iba a poder volver a jugar, algo que pasó. Ahora trato de estar tranquilo y disfrutar nomás.
-¿Qué sentís al repasar la película, verte durante 16 meses parado y encontrarte ahora en la posición en la que estás, después de un gran año de Liga y al borde de un Mundial?
-En ese momento en que estuve sin jugar aprendí muchas cosas que quizás uno no valora al ser tan chico, un montón de cosas en las que ni se piensa. Eso me fortaleció mucho, y ahora trato de disfrutar. Supe lo que es estar sin hacer nada durante mucho tiempo, y ahora tengo la oportunidad de volver a estar en las canchas disfrutando al máximo.
-¿Cuán importante es haber tenido de cerca de Pepe Sánchez, al Puma Montecchia, a Sebastián Ginóbili y las caras importantes de nuestro básquet que están en Bahía Basket?
-Es mucha la importancia. Ellos hicieron una carrera brillante y nos tratan de transmitir toda la esa experiencia a los más chicos, que no vemos las cosas como ellos ya las vieron. Es algo impresionante tener a ex jugadores así y que nos quieran enseñar todo el tiempo a nosotros.
-La última. ¿Cómo sigue el tema del Draft de la NBA? Porque el lunes 15 es la fecha límite para definir si borrás tu nombre o no. ¿Tomaron una decisión?
-La verdad es que no tengo idea de nada. Tendré que hablarlo con mi representante, pero ahora tengo la cabeza puesta en el Mundial.
-¿Y qué te genera todo esto? Porque imagino que la NBA es especial para cualquiera...
-Una súper motivación más. La NBA no es cualquier cosa, así que es una motivación para seguir entrenándome y superándome día a día.
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