Basquetplus.com

Los Ángeles Lakers lo ha hecho: la franquicia angelina derrotó en seis partidos a Miami Heat en las Finales de la NBA y sumó así su campeonato número diecisiete para empatar a los Boston Celtics en la cima de la tabla histórica. Sin embargo, habían estado diez años sin poder gritar campeón. ¿Cómo se formó el plantel que le dio esa posibilidad nuevamente? Lo repasamos pieza por pieza.

Frank Vogel: el arquitecto detrás de una de las mejores defensas de los últimos tiempos. Constantemente destacado por sus sistemas defensivos, Vogel había tenido la peor etapa de su carrera como entrenador antes de llegar a los Lakers en el inicio de este año. Estuvo una campaña sin dirigir luego de pasar por Orlando Magic, en donde no pudo guiar a los suyos hacia los playoffs. Previamente, había alcanzado dos Finales de Conferencia Este con Indiana Pacers, pero cayó en 2013 y 2014 con el Miami Heat de LeBron James. Ahora, con él como aliado y Anthony Davis como la piedra basal de su principal virtud, ha alcanzado la gloria.

LeBron James: el Rey había llegado al equipo desde Cleveland Cavaliers durante la Agencia Libre de la temporada 2018/19 con un objetivo bien claro. Un año más tarde, lo ha podido conseguir. Antes de ponerse la camiseta púrpura y dorada, pasó por el equipo de Ohio y por Miami Heat. Ganó dos campeonatos en Florida (2012 y 2013) y uno con los CAVS (2016), por lo que este se ha transformado en su cuarto título. Además, se ha coronado como MVP Finals en la misma cantidad de ocasiones y es el primer jugador en hacerlo con tres instituciones diferentes. Salario: $37,436,858.

Anthony Davis: el interno, pieza vital en el funcionamiento del sistema de Frank Vogel, fue el protagonista de la gran telenovela del pasado mercado de la liga. Finalmente, llegó a los Lakers en un traspaso a cambio de Lonzo Ball, Brandon Ingram, Josh Hart y dos picks de primera ronda del Draft. Antes, había brillado individualmente en New Orleans Pelicans durante siete temporadas. En la primera que tuvo la posibilidad real de competir por el Larry O'Brien, no falló. Es el primer jugador en ganar el oro olímpico, el campeonato de la NCAA y el de la NBA desde Michael Jordan. Salario: $27,093,019.

Rajon Rondo: la mente del banquillo de Los Ángeles pasó un año de transición en la organización durante la 2018/19. Había llegado proveniente de New Orleans Pelicans, en donde mostró un gran nivel pero ya había sido desplazado de las grandes citas. Volvió a una franquicia con aspiraciones y este año fue vital para la obtención del torneo, el segundo en su carrera luego del que festejó con Boston Celtics en 2008. Rondo estuvo en el título diecisiete de los dos equipos que hasta el momento han alcanzado esa cifra. Salario: $2,564,753.

Dwight Howard: Washington Wizards había sido el último conjunto del pivote, que se encontraba en un limbo y no parecía ver la luz al final del túnel. Los Lakers, un equipo por el que había pasado entre 2012 y 2013, le devolvió la oportunidad de ser valioso en un sistema y él la aprovechó. El tres veces DPOY fue campeón por primera vez luego de estar muy cerca de hacerlo con Orlando Magic en 2009, justamente ante los californianos. Con 34 años, puede decir que la decisión de unirse a este equipo en el inicio de la 2019/20 fue una de las mejores que tomó en su carrera. Salario: $2,564,753.

Kyle Kuzma: fue el único jugador del núcleo joven conformado por los Lakers a lo largo de estos últimos años que sobrevivió del traspaso para conseguir a Davis. El nacido en Flint había sido seleccionado en el puesto 30 del Draft de 2017 y, aunque todavía no ha alcanzado ese potencial que le permita ser la tercera pata del Big Three, tuvo buenas actuaciones en las Finales y fue el cuarto máximo anotador de Los Ángeles en estos playoffs con 10 puntos de promedio por juego. En su tercer año en la liga, suma su primer anillo. Salario: $1,974,600.

Kentavious Caldwell-Pope: el puesto de tercer máximo anotador (10,7) de los playoffs para la franquicia le corresponde a un hombre que llegó en 2017 luego de su paso por los Detroit Pistons y que comenzó su etapa en los Lakers de la peor manera posible: jugando con una tobillera por tener que cumplir una condena debido a haber manejado ebrio. Con el tiempo, KCP se ha vuelto fundamental para ese plantel y eso se ha visto en la postemporada. Salario: $8,089,282.

Danny Green: el escolta arribó como agente libre en el pasado mercado luego de ser una pieza más que valiosa en la consagración de los Toronto Raptors durante la campaña 2018/19. Estaba llamado a ser una de las soluciones en el perímetro, tanto en defensa como en ataque. No tuvo un gran nivel y, quizás, fue el más criticado por la afición. SIn embargo, el exjugador de San Antonio Spurs ha sumado su tercer campeonato. Logró todos con tres instituciones diferentes, algo que sólo han hecho tres jugadores además de él: LeBron James, Robert Horry y John Salley. Salario: $14,634,146.

Alex Caruso: el polivalente de la plantilla de los Lakers y el protagonista de una de las historias más interesantes que tiene la NBA. Caruso debutó con la franquicia en 2017, pero hasta la 2018/19 alternó con la fillial de la G-League como había hecho durante toda su carrera anteriormente. Este año se volvió un componente clave en la rotación de Frank Vogel y terminó siendo uno de los cinco titulares en el sexto y definitivo juego de las Finales por su versatilidad y su compromiso con el llamado "trabajo sucio", tan importante para ganar un título. Salario: $2,750,000.

Markieff Morris: la gran incorporación de Rob Pelinka y compañía en la última ventana de negociaciones antes de la suspensión por la pandemia. El veterano, que llegó a la NBA en 2011, había tenido un sólido rendimiento en Detroit Pistons y encajaba perfecto en un equipo que necesitara tiro exterior, defensa y carácter desde la banca para competir por el campeonato. La franquicia angelina lo consiguió y le ha dado sus frutos en estos playoffs, siendo uno de los jugadores más consistentes en su rol. Salario: $1,750,000.

J.R. Smith: el polémico escolta llegó a un acuerdo con Los Ángeles durante los días previos a la realización de la burbuja en Orlando. Luego de haber disputado sólo once partidos con los Cleveland Cavaliers en la 2018/19, se sumó a los Lakers para completar los huecos que tenía el plantel de su compañero y amigo LeBron James. Tuvo escasa participación en los playoffs, pero puede decir que tiene dos campeonatos (había ganado con los CAVS en 2016) de la NBA. Salario: $289,803.

JaVale McGee: uno de los visionarios que ha tenido este equipo. Tras haberse coronado en dos ocasiones con los Golden State Warriors como un sólido jugador de rol, el pivote emprendió su viaje hacia California en la 2018/19. Su importancia en el plantel disminuyó a medida que Howard se hacía cada vez más preponderante, pero esta es su tercera consagración en los últimos cuatro años. Nada mal para alguien que, desde su debut en 2008 hasta 2017, no conocía lo que era luchar por el título. Salario: $4,000,000.

Dion Waiters: previo al cierre de la competencia, los Lakers necesitaban completar un espacio en la plantilla con alguien que pudiera oficiar de revulsivo desde la banca. Smith fue una de las posibilidades, pero eligieron a Waiters. El problemático perimetral había salido de Miami Heat en un traspaso que lo depositó en Memphis Grizzlies, pero duró poco tiempo en ese equipo y de hecho ni siquiera debutó. Tampoco fue factor, pero sumó su primer anillo. Salario: $503,656.

Jared Dudley: el veterano venía de tener un aceptable rendimiento en los Brooklyn Nets el año pasado y eso, sumado a su experiencia, lo convirtió en un complemento para el grupo de los Lakers en esta temporada. Aunque sólo disputó nueve partidos en los playoffs, en el mundo de los Lakers lo reconocen como uno de los responsables de la unión de todos los integrantes del mismo. Este es su primer campeonato. Salario: $2,564,753.

Quinn Cook: el base ha disputado las última tres Finales de la NBA. Las dos primeras, una con consagración en 2018, fueron con la camiseta de Golden State Warriors. Ahora, ya como miembro de los Lakers desde 2019, sumó su segundo trofeo. La realidad es que apenas participó de un minuto del sexto encuentro ante Miami Heat, pero nadie le quita la certeza de que cuenta con dos anillos a sus 27 años y luego de alternar durante mucho tiempo con la G-League. Salario: $3,000,000.

Avery Bradley: el gran ausente de estos playoffs. El perimetral decidió no participar de la reanudación de la temporada por cuestiones personales, pero fue uno de los valores más claros de la defensa de Los Ángeles durante la etapa previa a la suspensión causada por el COVID-19. Bradley había llegado en el inicio de la campaña como agente libre luego de pasar por Memphis Grizzlies y le aportó al equipo versatilidad y presencia en el sistema defensivo. Salario: $4,767,000.

Kostas Antetokounmpo: el primer Antetokounmpo que ha ganado un campeonato en la NBA no se llama Giannis. El griego, hermano del dos veces MVP de la temporada regular, llegó a los Lakers esta campaña luego de debutar oficialmente con los Dallas Mavericks. Es uno de los dos contratos two-way (G-League y NBA) y no participó en ningún enfrentamiento de los playoffs, pero fue parte del plantel campeón y nadie podrá quitarle eso. Salario: contrato two-way.

Devontae Cacok: apenas disputó un juego en esta temporada regular y pasó gran parte del año en la fillial de la G-League. Los Lakers lo contrataron luego de no haber sido elegido en el Draft de 2019. Salario: contrato two-way.

Talen Horton-Tucker: el escolta tuvo la suerte de que Memphis Grizzlies, el equipo que lo había seleccionado en el Draft de 2019 con el pick 46, lo traspasara a los Lakers a cambio de una futura segunda ronda de la ceremonia. Jugó seis partidos en la temporada regular, dos en los playoffs y ya es campeón en su año de novato, algo que muy pocos jugadores pueden decir. Salario: $898,310.

Rob Pelinka: el arquitecto de este plantel. Se lo criticó luego de la salida de Magic Johnson por las polémicas tras bambalinas, pero quien fuera agente de Kobe Bryant supo encontrar las respuestas para competir. Desde Anthony Davis y aquel megatraspaso hasta los fichajes de Rondo, Morris y Howard, su huella aparece por sobre todas las piezas valiosas del equipo.