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Las Gigantes tuvieron una mala jornada y después de haber llegado a sacar una máxima diferencia de quince unidades perdieron ante Venezuela en el cierre del Grupo B del Sudamericano Femenino que se disputa en Barquisimeto. La derrota fue por 71-67, caída que las dejó en la segunda colocación de su zona y ahora el cruce de semis será este miércoles desde las 17:45 horas de nuestro país.

Para el seleccionado argentino se dio una jornada errática, dejando cosas a corregir para el venidero partido de semifinal. Argentina perdió peso ofensivo en el segundo tiempo, porque independientemente del mérito de las venezolanas también hay que subrayar lo mucho que se le cerró el aro al elenco albiceleste.

Sin dudas, para Venezuela esta ha sido una jornada brillante, no solo por llevarse el grupo sino también por haberle ganado a Argentina por primera vez dentro de las categoría de mayores, luego de un registro de quince derrotas en el historial. Ivaney Márquez fue la gran figura de la noche, imparable para el equipo de Cristian Santander y redondeando un partido brillante con 23 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias.

Venezuela aprovechó el desconcierto argentino en el inicio para despegarse con un parcial de 10 a 2, de la mano de los puntos arrimados por Corrales y Márquez. El local comenzó con una buena intensidad y precisión, las Gigantes rompieron ese pasaje con un triple de Thomas pero de todas formas el dominio rival en el score siguió siendo una constante.

Cuando Argentina supo explotar el juego interno de Vega consiguió réditos, remando contra la corriente y ajustando la brecha con el correr de los minutos. Otro punto alto sobre el cierre del parcial fue Burani, justamente la protagonista del empate de 16 al acabar el segmento inicial. Argentina, viniendo de atrás, encontró soluciones en la pintura para revertir un arranque adverso.

El segundo periodo siguió siendo parejo, con pérdidas y errores en ambos equipos pero con unas Gigantes que consiguieron sacar buenos resultados en el juego interior de Burani y Vega. Sin dudas fueron las dos jugadoras más desequilibrantes del seleccionado nacional en ataque, pero lo cierto es que la mejoría llegó desde aquella defensa que se supo plantar.

Ganando en las alturas, con muchos rebotes ofensivos (29 a 15 en total, con 10 en ataque) y explotando la talla, Argentina cambió la tendencia del encuentro y se fue al descanso largo 36-25. Cuando Argentina ajustó la marca, se soltó en ataque, rotó mejor el balón, tomó mejores decisiones ofensivas e incomodó a las venezolanas en sus intentos al aro.

Argentina llegó a estar arriba por una máxima de quince tantos en el reinicio de las acciones (42-27), apoyada en la conducción y la velocidad de Gretter. Pero ese momento que podría haber decretado un quiebre en el juego se apagó, porque Venezuela empezó a encontrar puntos en las manos de Márquez y el tiro exterior de Silva. La salida de Vega por rápida acumulación de tres faltas, más la efectividad y presión rival se unieron para formar un combo contraproducente para las Gigantes.

Todo cambió en tan solo unos minutos, la Vinotinto levantó un difícil trámite y pasó al frente 47-46 a dos minutos del cierre del parcial (carrera de 20 a 4). La diferencia se mantuvo, y aunque Argentina intentó lograr esa mejora tan buscada (reingresó Vega) siguió abajo 51-50 al ingresar al episodio definitivo.

El juego se volvió mucho más ajedrecístico en los últimos diez minutos, porque Argentina sufrió la cuarta falta de Vega y volvió a perder esa gran presencia en la pintura. Argentina perdió gol y el partido pasó a jugarse mucho más desde el planteo defensivo, y dentro de ese errático en ataque se elevó la figura de una sublime Márquez que puso contra las cuerdas al equipo argentino. Sin embargo, a pesar de que Venezuela llegó a estar cuatro arriba (60-56), un libre de Rosset y una bomba tremenda de Gretter empató el encuentro en 60 para así forzar el suplementario.

En el suplementario la deficiencia de gol se acrecentó, las Gigantes se terminaron cayendo y solamente anotaron un tiro de campo en más de cuatro minutos. Venezuela hizo negocio, jugó con las malas decisiones (y el desacierto) argentinas y así se fue escapando hasta terminar de abrochar su victoria.

Lucas Leiva / [email protected]
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