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Paul Millsap se disponía a tomar un lanzamiento libre en el duelo entre Atlanta y Houston, cuando de repente sintió algo pegajoso en la pelota.

La reacción del ala pivote fue inmediata: le devolvió el balón a los árbitros para que sea revisado, a fin de descubrir de que se trataba esta sustancia.

Tras un pequeño examen, los árbitros se dirigieron a ambos bancos y les informaron a los cuerpos técnicos que lo que habían encontrado era stickum, un pegamento prohibido por la NBA. Al hacerlo, se pudo ver como el spray todavía estaba sobre la mesa de control.

En un principio, nadie sabía a quien correspondía el pegamento, aunque todas las miradas apuntaban a Dwight Howard, ya que el ex Lakers había ido al banco entre libre y libre, para luego pedirle la pelota a unos de los jueces.

Post partido, el pivote de Houston reconoció la situación: "No entiendo por qué la gente está haciendo un tema tan grande de esto. Es algo que uso en todos los partidos. No es relevante".

Más allá de lo bizarro del hecho y de que intente minimizarlo, la realidad es que Howard violó una regla concreta de la NBA. La información es que la liga ya está investigando el asunto y no se descarta una suspensión para el jugador de los Rockets.