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La actual temporada de Iowa Hawkeyes no viene siendo muy buena, de hecho hace rato que se quedaron sin la posibilidad de ingresar en el March Madness. A falta de una fecha para la finalización de la fase regular, los Hawkeyes se ubican en el puesto 12 en la División Big Ten(récord 4-14), pero igualmente este curso será recordado por un gesto extradeportivo que emocionó a toda una Universidad: en el marco de un partido contra North Western, Jordan Bohannon erró deliberadamente un tiro libre para no superar el récord de Chris Street, exjugador de Iowa que falleció de manera trágica a los 21 años, como consecuencia de un accidente automovilístico.

Street estaba llamado para hacer grandes cosas, tanto a nivel universitario como más arriba, pero el destino quiso otra cosa. Era un referente en Iowa, a tal punto que su camiseta fue retirado a modo de homenaje y hasta el mítico Mike Krzyzewski tuvo palabras de elogio hacia él: "Era el líder al que seguir no sólo por su valentía, sino por su inteligencia. Chris era diferente al resto". En su última temporada, en 1993, habia encestado 34 tiros libres de manera consecutiva, pero no pudo lanzar el siguiente por el trágico e inesperado final de su vida.

En este punto es cuando entró en la historia el chico de segundo año Jordan Bohannon, debido a que el lunes alcanzó la marca de libres convertidos por Chris Street, un récord vigente por 25 años. Con el segundo podría superarlo, pero lo que pasó a continuación fue majestuoso: falló a propósito. "Sé dónde merecía estar el récord: ligado al nombre de Chris. Los últimos días lo he tenido en la cabeza. Quería quedarme un poco corto, pero no que resultara demasiado obvio. Me ha puesto un poco sentimental recordando lo que un jugador puede hacer por un estado, el Medioeste y todo un país. Sé lo especial que era", explicó después el chico, en declaraciones recopiladas por Diario As.

Aquel partido ante North Western terminó en una victoria 77-70 para Iowa, con la que cortaron una racha de seis derrotas en fila. Jordan Bohanonn fue la gran figura de aquel partido por su aporte de 25 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias. Pero sobre todo por ese gesto que alegró una temporada que venía siendo mala para los Hawkeyes.