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El Grupo A que se jugó en Granada sigue demostrando el poderío que todos le dábamos antes del torneo, con tres de tres clasificados para cuartos de final y, en algunos casos, una superioridad abrumadora, como la de Serbia ante Grecia en la tarde dominguera de Madrid.

Los griegos aguantaron una mitad, mientras los serbios jugaron a media máquina y no defendieron como sí lo hicieron en la segunda, donde apretaron, doblaron, ayudaron, rotaron y le sacaron a la luz todos los defectos a su rival.

Grecia se había mantenido en juego mientras pudo tener injerencia en la pintura con Printezis, y mientras pudo tirar de posiciones externas, pero cuando Serbia ajustó atrás, se cerró en la zona con Raduljica y presionó el balón, los griegos se quedaron sin recursos.

No tuvo tiradores que abrieran la cancha, no tuvo tiros bien tirados ni tuvo segundas opciones. Por el contrario, Serbia encontró variantes de gol en varias manos. Raduljica y Krstic dominaron la pintura, Teodosic fue más regular que nunca controlando el partido, sin arriesgar como suele hacerlo, y tuvo algunos ejecutores tremendos, empezando por Kalinic al principio (terminó con 12), y Bogdanovic todo el partido (goleador con 21).

El 46-42 del primer tiempo se convirtió en 80-60 en el minuto 6 del último cuarto, y hasta ahí tiraron los griegos. Había sido demasiado superado en todo. Serbia terminó ganando 90-72, jugando su mejor partido del torneo, donde dejó una pobre imagen en Granada.