Tal y como se viene hablando desde hace un tiempo, aunque hasta hoy siempre fueron comentarios entre pasillos, la Liga Femenina de la AdC ha empezado a trabajar en lo que será la segunda edición del torneo. Este mismo lunes se realizó la primera reunión oficial, informativa, con los clubes proyectados a ser los participantes y arrojando las primeras novedades de lo que será el certamen.
Luego de la exitosa primera edición de este año que terminó con Unión Florida como campeón, la Liga Femenina 2018 traerá varios cambios respecto a la primera edición. La idea es que participen 14 equipos, tres más que la entrega estreno, manteniendo una estructura y lineamientos muy claros para cuidar la salud de cada club.
Recordemos que la temporada pasada la han jugado 11 equipos (eran 12 pero antes del torneo se bajó Libertad, que no participó): Berazategui, Hindú de Resistencia, Estrella de Berisso, Lanús, Obras Basket, Olímpico de La Banda, Peñarol de Mar del Plata, Rocamora de Concepción del Uruguay, Quimsa, Unión Florida y Vélez Sarsfield. A estos once equipos se sumarán Salta Basket, Ameghino de Villa María y Las Heras de Mendoza. En la reunión de hoy asistieron todos estos equipos menos cuatro de ellos (Salta, Hindú, Olímpico y Peñarol).
Acá hay que destacar un punto importante: la permanencia del total de los participantes de la primera edición. Este es un dato de mucha relevancia, ya que dentro del femenino siempre es difícil sostener proyectos y cada torneo parecía estar algo librado al azar, dependiendo de muchos factores (la capacidad económica sobre todo) como para generar una continuidad. Que se mantengan los 11 equipos es un buen augurio, y así debería seguir siendo para que sea sustentable. Desde la organización siguen abiertos a la posibilidad de sumar más equipos para esta edición, siempre y cuando lo crean como algo sustentable.
Con este incremento en la cantidad de equipos, dentro de la reunión se trataron temas claves dentro de la agenda. Por un lado está la fecha tentativa del inicio, la cual está pautada para comenzar los primeros días de marzo del 2018, proyectado a finalizar durante el mes de agosto. Esto sin dudas también es un cambio radical, porque se pasaría de poco más de 2 meses de competencia en 2017 a un aproximado de 5 meses para la edición 2018.
El formato también será distinto. Si bien se pretende mantener sistema de conferencias y demás (dos zonas de 7 equipos), la idea es que esta pensada liga de 5 meses se divida en dos torneos, uno abarcando de principios de marzo (la fecha estipulada es 9 de marzo) hasta mediados de mayo y el segundo desde mediados de mayo hasta agosto. Aún así, a pesar de dividirse en dos, todo estará enmarcado dentro de una misma temporada. Todavía no está oficializado porque se están arrojando fechas tentativas, pero puede haber una o dos semanas de bisagra entre un torneo y otro.
¿Un detalle que hará diferencia? Que las extranjeras para el draft recién estarán disponibles para el segundo torneo, entendible porque durante el mes de marzo (inicio pautado para el primer torneo) hay muchas otras ligas en plena competencia o etapa de definiciones. A este draft, también volverá a repetirse la lista de jugadoras franquicia seleccionables, para ofrecer una mayor igualdad en cuanto a niveles deportivos entre los distintos equipos.
Algo de lo que se ha estado hablando también es la creación de un tope presupuestario para no atentar contra la economía de los clubes ni crear brechas tan grandes entre equipos con mayor poderío que otros. Sería una forma de controlar lo máximo posible esa bisagra.
En cuanto a la conformación de planteles se mantendrá como venía siendo en la primera edición. Se permitiría 8 fichas mayores como máximo y 5 como mínimo, recordando que se toman fichas mayores a las jugadoras nacidas a partir de 1994. Las fichas menores no están pautadas todavía, aunque podrían ser libres y dentro de la lista de buena fe que presentará cada equipo (máximo 25 jugadoras dentro de la lista de buena fe).
Finalmente, uno de los puntos importantes que tiene la Liga Femenina es la expansión hacia las competencias vecinas y el trabajo que realiza conjuntamente con la LBF de Brasil (Liga de Basquete Feminino). Si bien todavía están trabajando en cómo acoplar ambas ligas, se habla de que habría chances de que un equipo de la Liga Femenina vaya a competir al Juego de las Estrellas de Brasil, sin olvidar un aspecto vital como lo viable que es la creación de una Interligas Femenina, torneo que reunirá tanto equipos brasileños como de nuestro país.
Seguramente habrá mayores detalles con el correr de las semanas sabiendo que la próxima reunión respecto a la Liga Femenina 2018 podría darse durante los primeros días de enero. Ahí ya sería algo de carácter mucho más formal, sabiendo que el arranque de la competición va a estar cada vez más cerca y en un escenario donde se pueden terminar de definir varios detalles.