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Clásico de fútbol, en todo aspecto, incluso sin hinchada visitante. Pero el peso de los nombres hacía del choque de cuartos entre San Lorenzo y Boca un generador de interés lógico. Uno venía de barrer a Hispano en octavos y el otro de sufrir ante Estudiantes de Concordia para vencerlo en quinto juego. Quizá eso le daba, pese a todo, mayor confianza. 

Boca empezó con una definida presencia de su media cancha: dos bombas de Flor (0-6 el tanteador) y 7 de los primeros 9 tiros de larga distancia. Con eso, y aprovechando la bajísima efectividad de San Lorenzo general (llegó a estar 3/14), se mantuvo en partido, aunque no logró nunca despegar de una diferencia mayor a esos 6 puntos del arranque. Las dos faltas de Flor (sobre todo), y de Graterol, condicionaron la ofensiva xeneize. Un golpe dejó a Sims afuera para el resto del partido (pómulo derecho). Sumada la ausencia de Tucker por una contractura, SL se quedó sin sus dos extranjeros exteriores. 

La historia cambió cuando García puso un quinteto más duro defensivamente, primero con Mata y luego con Fjellerup (que entró además muy derecho en ataque). Atrás, San Lorenzo se hizo imposible de pasar y a Boca le costó horrores llegar al gol, sobre todo en la pintura. Siguió apostando al tiro de tres, más por obligación que por convicción, y como no tuvo la misma puntería del comienzo, apenas alcanzó 32 puntos en la primera mitad, frente a 35 del local. En el esquema de bajo goleo se beneficiaba Boca, pero hasta cierto punto.

Como es una constante, el tercer cuarto de San Lorenzo fue contundente. Corrió, se pasó el balón, jugó buenos pick and roll con caída de los grandes, le puso velocidad a su juego ofensivo y llegó a meter un parcial de 19-9 para estirar a una máxima de 13, sin dejar de defender. Mata fue el destacado, aunque cada uno supo cumplir su rol en el local: Penka ordenando, Fjellerup anotando y Calfani y Anthony cerrando la pintura. Mata, un poco de todo eso. Boca, sin Flor con 3 faltas durante un buen rato, siguió con su problema para anotar, cada vez más evidente. 

Así como SL suele sacar diferencias en los terceros cuartos, suele caer en pozos, y aquí le pasó en el último período. Quizá confiado, quizá algo cansado (Aguirre jugó los 30 minutos iniciales completos, Mata 26, Anthony 23 corridos), los locales bajaron el ritmo unos minutos, los suficientes como para que Boca achicara la distancia a 5 y eso generara el alerta que despertó al tricampeón. Vuelta a las fuentes: defensa, ataque rápido cuando podía, y pases. 

Parecía liquidado con esa fórmula, pero Boca tiró todo lo que tenía sobre la cancha, apuró las posesiones y estuvo cerca de ponerse en juego real. Pero José Vildoza tuvo un par de apariciones por despliegue individual y lo sentenció. San Lorenzo ganó 70-65, pero seguramente no se fue contento. Por su juego, por la escasa diferencia y por las lesiones que le acortaron el equipo. Mata terminó con 17 puntos y 7 rebotes, como mejor de la cancha.

Fabián García / [email protected]
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