San Antonio ganó un partido increíble y quedó 3-2 arriba
03:21 29/04/2015 | Los Spurs hicieron un gran juego en Los Angeles y tuvieron un guiño del destino, para vencer a los Clippers por 111-107. Ginóbili sumó 14 puntos.
Fue otro partido memorable, dentro de una serie que será difícil de olvidar, tenga el resultado que tenga. Los Spurs dieron otra muestra de personalidad, presencia y experiencia, para volver a ganar en Los Angeles, esta vez por 111 a 107 y quedar matchpoint (3-2) en su cruce con los Clippers. Fue un duelo dramático, con un gran número de jugadas para repasar y que tendrá repercusiones en muchos sentidos.
El comienzo del partido fue todo para los Clippers, quienes desde la conducción de Chris Paul (6 asistencias) y el goleo de Blake Griffin (13 puntos además de 6 rebotes), quebraron temprano el marcador, sacando una ventaja de doble dígito ante unos Spurs muy imprecisos. El Staples Center estaba en modo festivo y todo corría por caminos favorables para los locales.
Sin embargo, San Antonio, que ha estado muchísimas veces en estas situaciones, no desesperó y con una buena producción de su banco de suplentes, de a poco fue recortando la distancia. La diferencia bajó y de hecho, al terminar el primer cuarto quedaba poca evidencia de ese dominio claro de los de Doc Rivers, quienes cerraron con ventaja de apenas 27 a 22.
En las primeras jugadas del segundo parcial, la distancia terminó de borrarse cuando Patty Mills y Manu Ginóbili clavaron un par de triples que dejaron a los texanos al frente por 28 a 27. Ante unos titulares que no daban respuestas, los suplentes de Popovich producieron en un alto nivel, con 7 para Mills, 6 para Ginóbili y 3 para Bonner, en un cuarto en el que a San Antonio se le abrió el aro (5 de 8 en triples).
Igualmente, la visita no terminó de adueñarse del trámite de las acciones y los Clippers siempre se mantuvieron en juego. Griffin seguía siendo un interrogante sin respuesta para los Spurs y el 54-53 con el cual el local llegó a los vestuarios, marcaba a las claras la paridad mostrada en el campo de juego. Quedaba todo absolutamente abierto para lo que sería una segunda mitad vibrante.
A diferencia de lo que había sido un segundo período de alto vuelo ofensivo, el tercero trajo otro panorama. Ambos conjuntos estaban erráticos y si bien San Antonio se mostraba mejorado en el costado defensivo, ahora no podía encontrar el aro y Los Angeles se mantenía al frente por la mínima (62-61) transcurrido la mitad del cuarto.
Una vez que los Spurs entraron en penalización, comenzó el famoso Hack-A-Jordan, el cual terminaría estirando el tercer parcial durante varios minutos. El pivote de los Clippers falló varios libres y San Antonio lo aprovechó, sacando 6 de diferencia con un par de apariciones de Tim Duncan y otro triple de Mills. Igual, los texanos no fueron capaces de mantener el ritmo y ahora fue la banca de Rivers la que respondió: Glen Davis, Austin Rivers y Jamaal Crawford aportaron lo suyo y con un doble sobre la bocina del hijo del entrenador, el marcador quedó igualado en 82.
El último cuarto sería realmente para el infarto. Paul arrancó decidido a que este sea su momento y puso a su equipo al frente por tres, aunque Danny Green y Marco Belinelli respondieron desde el perímetro y el duelo volvió a empatarse. A partir de ahí, hubo varios minutos de paridad, hasta que un enorme pasaje de Boris Diaw, incluyendo un increíble tiro sobre la chicharra casi sin ver el aro, dejaron a los de Popovich arriba por 7 (105-98).
Si bien Griffin ya no tenía la precisión de la primera mitad, Paul seguía siendo un problema para la defensa del campeón y casi por sí sólo, el base se las arregló para meter a Los Angeles de nuevo en partido. San Antonio tuvo un par de errores y tras un par de libres de Matt Barnes y un triple abierto fallado por Green, los Clippers tuvieron la última pelota, abajo por 108 a 107, con 7 segundos en el reloj.
Seguramente la jugada en el time-out de Rivers estaba diseñada para Paul, pero Leonard le negó la pelota y en su lugar terminó recibiendo Griffin. El ala pivote penetró y tomó un tiro en flotadora por encima de la marca de Duncan (de enorme último cuarto, sobre todo en defensa). La pelota quedó bailando en el aro y cuando parecía que iba a ingresar, DeAndre Jordan la tocó, cometiendo interferencia ofensiva y evitando lo que parecía el tiro de gracia para San Antonio.
En el otro costado, Green anotó un tiro libre (109-107) y aunque falló el segundo, Los Angeles se desconcentró y el propio escolta tomó el rebote ofensivo, el cual luego quedó en manos de Kawhi Leonard con un segundo. El MVP de las pasadas finales no falló y el sufrido triunfo quedó en manos de los Spurs por 111 a 107.
El eterno Tim Duncan fue el goleador de un San Antonio con seis jugadores en doble dígito, gracias a sus 21 puntos y 11 rebotes. Además, Kawhi Leonard terminó con 18 y Manu Ginóbili, quien extrañamente no cerró el juego, finalizó con 14 en 18 minutos. Por los Clippers el máximo anotador fue Blake Griffin con 30 unidades, aunque su 1 de 9 de cancha en el último cuarto deja muchísimo que desear. DeAndre Jordan sumó 21 unidades y 14 rebotes y Chris Paul terminó con 19 puntos y 10 asistencias.
Manu Ginóbili: 14 puntos, 3 rebotes, 6 asistencias, 4 pérdidas, 1-4 en dobles, 2-4 en triples y 6-6 en libres durante 18 minutos de juego.
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