En un duelo donde ambos buscaban su recuperación en el Mundial, República Checa inclinó la balanza apoyándose en el costado defensivo, neutralizando el mejor recurso de los japoneses (lanzaron 4/13 en triples) y lastimando desde todas las posiciones con tres figuras centrales: Blake Schilb (22 con 6/7 triples), Jaromir Bohacik (también 22 y 4/10 de larga distancia) y Tomas Satoransky con 15 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias.
Japón logró llegar al primer tiempo planteando un juego equilibrado (40-45), sobre todo porque pudo generar espacios para encontrar tiros abiertos de cuatro o cinco metros, pero esa facilidad no la pudo mantener en la segunda mitad. Los checos comenzaron a cubrir los espacios, presionaron más arriba y encontraron en la verticalidad de su juego las mejores opciones para adueñarse del partido. Tampoco sacaron una gran diferencia, pero si la suficiente para despegarse, controlar a Japón, y administrarla el resultado hasta el final.
Los dirigidos por Julio Lamas, que terminaron cediendo en su tablero (les tomaron 14 rebotes en ataque) y sufrieron bastante ante la presión defensiva de los europeos (14 pérdidas), ahora deberán jugar contra Estados Unidos en el cierre de la primera fase, y conociendo de antemano que en el Mundial solo les queda por delante la Ronda Consuelo.