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El Real Madrid se reconfortó con una holgada victoria ante el ICL Manresa, por 106-68, de sus tropiezos continentales de la Euroliga, en un partido en el que no encontró oposición en ningún momento.

Las mínimas dudas que había antes del partido se disiparon tras los dos primeros minutos de juego (7-0). Tan breve espacio de tiempo fue suficiente para declarar una manifiesta superioridad en lo técnico, en lo táctico, en la anotación, en el poder reboteador y en todo lo demás.

El Titán de Nayarit, es decir, el mexicano Gustavo Ayón fue el encargado de dejárselo claro a un ICL Manresa que no encontró el menor resquicio, pese a los continuos cambios de un Ibon Navarro que se desesperó ante la falta de soluciones de su equipo.

Ayón acabó el primer cuarto con 11 puntos (5 de cinco en canastas de dos) y 3 rebotes para 16 puntos de valoración. El marcador al final del primer periodo fue claro y nítido, 29-15.

Pablo Laso dio entrada a la segunda unidad en el siguiente cuarto del partido y aunque el juego fue más a tirones, un parcial de 11-0, del 31-20 al 42-20 en poco más de dos minutos, fue determinante para despejar cualquier nubarrón sobre la victoria local.

No hubo necesidad de grandes defensas, ni de esfuerzos hercúleos, la propia debilidad manresana y el nivel de acierto en el tiro, 8 de 13 en triples (62%) y 10 de 14 en canastas de dos puntos (71%) fue más que suficiente para alcanzar los vestuarios, en el descanso, con todo decidido, 51-32.

La ausencia de descanso y de pretemporada para la mayoría de los jugadores del Real Madrid, les está pasando factura en forma de falta de regularidad, de grandes lagunas y de partidos en los que poco o nada parece salir, así que estos partidos fáciles siempre son bien recibidos para dar minutos a los menos habituales, descanso a los más castigados y para fortalecer la moral.

El Madrid bajó el pistón de su exigencia al encontrarse cómodo en la veintena de puntos de diferencia en el marcador, 56-36 (min.23) y el Manresa no encontró nada en su trastienda, más allá de la efectividad de Simon o el trabajo de Musli, con lo que poder hacer daño al Real Madrid.

Sólo alguna acción aislada de Rudy Fernández o algún triple de Jaycee Carroll evitaron que el tedio se adueñara de las gradas. Pese a todo, unos buenos minutos de Ayón y el esfuerzo colectivo en defensa permitieron al Madrid alcanzar un nuevo máximo en el marcador, 75-48 (min.28.30). Al término del tercer acto, 79-52, con Jeffery Taylor luciendo excelente en sendas volcadas.

El único interés del último periodo fue saber el resultado final, que se estableció con un 106-68.

Andrés Nocioni: 8 puntos, 1 rebote, 2 faltas cometidas, 2 faltas recibidas, 2-2 en dobles, 1-3 en triples y 1-1 en libres durante 15:24 minutos de juego.