Montecchia y Faggiano, sentimientos cruzados
17:45 01/06/2016 | Faggiano, con toda una vida en Bahía y Montecchia, fanático del Ciclón en el fútbol, nos cuentan cómo viven una serie por demás particular.
Más allá de la importancia que tiene el cruce en sí mismo, la final de la Conferencia Sur es una llave especialmente particular para dos protagonistas: Lucas Faggiano y Alejandro Montecchia.
Faggiano es un apellido completamente asociado con el básquet bahiense y el propio Lucas pasó cerca de dos décadas dando sus primeros pasos basquetbolísticos allí. Montecchia, por su lado, es un reconocido hincha de San Lorenzo en el fútbol, actualmente trabajando en el cuerpo técnico de Sebastián Ginóbili.
"Mi historia es más con el fútbol que con el básquet, porque el básquet casi no lo viví cuando jugué Liga", dice el Puma. "Entonces no pega tan duro. Lo que sí, escuchar a la hinchada y eso, me hace mover un poco la patita en el banco de suplentes. Pero bueno, no sé si tengo tanto sentimiento encontrado. Estoy a full con los chicos de Bahía. Si nos llegan a ganar, voy a estar contento porque San Lorenzo llegue a la final, pero más fuerza voy a hacer por mi equipo".
"Siempre que vengo a Bahía es especial, imaginate en una instancia como esta, tan importante para cualquier equipo", cuenta Faggiano. "Es un sentimiento especial. Acá estuve 23 años, es todo especial. Estoy en San Lorenzo, soy un profesional, vivo el básquet con pasión y quiero ganar. Obviamente, si me dabas a elegir, por ahí no te elegía jugar con Bahía, pero somos profesionales y sé en el club en el que estoy y las aspiraciones que tiene".
¿Cuesta aislarse del entorno, cuando este es tan especial? "Cuando entrás a la cancha se va todo. Estás enfocado, pensando en lo que planificaste y no salís de ahí. No te desconcentrás ni pensás en cualquier otra cosa", dice Montecchia. "Según el partido, el entorno lo ves. En estas instancias no lo ves tanto. En estos partidos que definís cosas, estás metido ahí. Como cuando jugaba: no afecta nada, no escuchás nada. Estás metido en lo que debe hacer el equipo".
Faggiano, por su lado, sabe que si mira a las tribunas, verá caras conocidas en cualquier dirección: "Al principio cuesta un poco aislarte, pero después ya trato enfocarme en el partido. Porque si miro a la tribuna, para el lado que mire, voy a encontrar gente conocida y amigos. Cuando entro en calor, ya me enfoco en el partido".
"Toda la familia es de Bahía", agrega el base del Ciclón. "Para ellos también es especial, pero están contentos porque volví a Bahía, que hacía varios meses que no me veían".
Por otro lado, Montecchia también tuvo tiempo para referirse a las similitudes de este equipo con aquel de Sport Club de comienzos de los ´90, del que también formó parte, en un plantel tan joven como talentoso. "Le veo similitudes. A principio de año, cuando se empezó a barajar la idea de jugar con los chicos, expresé mi opinión de lo que fue ese año con Sport y la verdad que me ilusioné mucho. Ese año Oveja nos metió en la cabeza la idea que podíamos competir y logramos hacerlo. Nadie creía en nosotros. Por supuesto que me entusiasmó esa idea y fue lo que comenté. Sabía que esto podía funcionar".
"Por supuesto que había muchas incógnitas. Igual yo tenía mucha fe", continúa el ex base de la selección Argentina. "Pero estaba claro que era no aflojar, trabajar duro el día a día. El laburo que hizo Sepo este año fue tremendo, porque hubo momentos difíciles. A los chicos les costaba agarrar la idea y con una tranquilidad increíble, Sepo repetía todos los días lo mismo. Por suerte salió bien".