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Michael Jordan y un trash-talk inesperado... de parte de Videomatch

16:34 04/08/2020 | Jose María Listorti y Diego Pérez asistieron a un partido entre Chicago y Cleveland. Al final del juego le hicieron una entrevista insólita al 23.

Jordan y Listorti (Foto: Damian Nieto)

El poeta Cristopher Fry dijo que en la tragedia cada momento es una eternidad y que, en la comedia, la eternidad es un momento. Ese efímero instante es vida, goce y risa. Sentirse pleno, mofándose del pasar, del hablar, del existir. Una de esas situaciones se dio en un capítulo de Videomatch, el histórico programa de Argentina. 

Nada sucedió en nuestro país, sí en Estados Unidos. El escenario era el Gund Arena de Cleveland, Ohio, en el que hacían de local los Cavaliers. El rival de la noche era Chicago Bulls. Por supuesto, Michael Jordan era uno de los integrantes de ese plantel que en aquella temporada tuvo su último baile en la NBA. 

Los protagonistas fueron José María Listorti y Diego Pérez. Cómplices de la comedia, ambos se divirtieron antes, durante y después del enfrentamiento entre dos grandes equipos de la Conferencia Este. Todo transcurrió de manera normal y, más allá de las risas, no hubo episodios escándalos. 

Esto cambió cuando finalizó el juego. “Es un placer, estamos acá en Estados Unidos. Nunca hizo una nota para Argentina. Es un placer presentarles al mejor basquetbolista de todos los tiempos... No lo puedo creer. ¡Michael Jordan!”, empezó diciendo Listorti. La traducción la hizo nada más y nada menos que el entrenador Guillermo Vecchio, y todos tuvieron suerte porque el escolta estaba de buen humor y atendió la entrevista con el argentino de la mejor manera. 

Sin embargo, poco a poco la charla iba cambiando de foco. En eso se presentó Pérez, quien reclamaba diferentes cosas que ponían incómodo a Jordan. Hacía preguntas insólitas, alegaba que no lo conocía y se hacía pasar por un desprevenido más, ante el mejor jugador de todos los tiempos.  

”Solo trato de hacer mi trabajo, de hacer mi juego”, fue lo último que logró decir Michael antes de ser salvado por la que fue, tal vez, la más incómoda entrevista de su carrera. Quien lo rescató fue Gus Lett, su jefe de seguridad que con el tiempo se transformó en su segundo papá.  

Por si eso fuera poco, el camarógrafo del programa se terminó quedando con las zapatillas que utilizó Jordan aquella noche. La comedia, ese día, fue un momento... que pasó a la eternidad.  

 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

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