McCullough y la vida con su hermano, Garnett: "Le gano cualquier 1 vs 1"
11:21 29/11/2016 | Hablamos con O´Louis McCullough, para conocer más de una de las historias más fuertes de la Liga: la relación con su hermano, Kevin Garnett.
O´Louis McCullough Jr. nació el 13 de marzo de 1982, en Goose Creek, una pequeña ciudad de South Carolina, de apenas 35 mil habitantes. Seis años atrás, a 300 kilómetros de distancia, nacía en Greenville, quien hoy es reconocido como uno de los mejores jugadores de todos los tiempos: Kevin Garnett. ¿La conexión? O´Louis McCullough Sr., padre de ambos niños.
Shirley Garnett nunca llegó a casarse con McCullough y su relación terminó al poco tiempo del nacimiento de Kevin, pero aún así, O´Louis estuvo presente en la formación del joven. Al menos hasta que este dejó South Carolina para mudarse a Chicago en su último año de secundaria, luego de un incidente con tintes raciales. Hasta ese momento, los hermanos tuvieron una relación cercana y para conocer más de esa historia, hablamos con el actual alero de Gimnasia de Comodoro.
"Es mi hermano y crecí a su alrededor, como la mayoría de los hermanos lo hacen. Hay una diferencia de edad importante entre nosotros (6 años), pero más allá de eso, fue cuando se mudó a Chicago, para su último año de secundaria, que comenzamos a tener una distancia importante", cuenta McCullough.
A partir de ese momento, las vidas de ambos tomaron caminos distintos, con Garnett transformándose en una superestrella mundial y perdiendo algo de contacto familiar. "En el momento en el que llegué a una edad en la que yo realmente podía jugar al básquet, ya había una distancia importante entre nosotros", dice el alero en referencia a lo poco que pudieron compartir en una cancha. "Ya no nos veíamos ni estábamos juntos demasiado. Él ya estaba en la NBA, jugando y ocupado de sus negocios. Viviendo su nueva vida".
"Tuve el sueño de jugar en la NBA en un momento. Si era junto a Kevin o contra Kevin, no me importaba, aunque probablemente hubiera preferido jugar contra él, porque soy así de competitivo. Y digo eso porque amo a mi hermano. Pero sí, quería jugar, hasta que las cosas se volvieron más claras par mi. ¿A qué me refiero? Yo quería jugar en la NBA porque al menos así iba a ver a Kevin más veces en el año, en contraste con lo que lo estaba viendo. Que no era demasiado seguido, para ser honesto".
"El hermano pequeño que llevo adentro, quería eso, pero mi sueño como persona en general, era jugar al básquet profesionalmente. Porque sabía que el mundo era más grande que la NBA y conocía el éxito que se podía conseguir en otros países. Porque alguien no llegue a la NBA, no significa que no haya tenido una carrera muy exitosa. Y por suerte, gracias a Dios, pude tenerla. Me ayudó tener una gran familia, amigos muy reales y una determinación y actitud de nunca rendirme ante nada. También el hecho de contar con gente que creyó en mi, tanto como yo creo en mi mismo. Ahora yo soy un hermano mayor y mi hermano pequeño está muy orgulloso de mi. Me lo demuestra cada vez que puede y yo a él. La realidad es que nunca tuve ese tipo de charlas con Kevin, de hermano mayor a hermano menor".
Si hay algo que nadie puede negarle a McCullough, es la confianza en sus habilidades. Y la misma no afloja, aún cuando le consultamos quién cree que ganaría hoy en un uno contra uno. "O´Louis McCullough Jr. Y no vas a convencerme de verlo de otra manera. Así de simple. Yo lo tengo que marcar a él, pero él me tiene que marcar a mi. Los dos somos competitivos, pero apostaría dinero a que le ganaría cualquier 1 vs 1 que juguemos".
Justamente la competitividad y la fiereza, es un rasgo que los hermanos comparten en las canchas de básquet. Sin embargo, Garnett ha cruzado algunas líneas en el pasado con su famoso trash-talk. ¿Lo sufrió alguna vez O´Louis? "A mi nunca me habló así, y si lo hubiera hecho, tendría que haber hecho mucho más que simplemente trash-talk. Tendría que habermelo mostrado y ganarme en lo que fuera que estuviéramos jugando, porque yo no retrocedo".
"Soy alguien muy apasionado y competitivo. Nunca me detengo y siempre tengo algo para demostrar cuando salgo a la cancha. No se trata de ser agrandado, sino confiar en mi mismo, en mi ética de trabajo y saber lo duro que me dedico en lo que hago. Eso lo saqué de mi padre y todo nace de él. Con Kevin pasa lo mismo".
La figura paternal ha sido clave en la vida de McCullough, quien más allá de reconocer los méritos y su admiración por KG, no duda a la hora de hablar de su verdadero referente. "Desde que tengo memoria, estoy cercano al básquet", dice el alero sobre sus inicios. "Tenía una pelota de básquet en mi cuna, cuando era bebé. Empecé a jugar con 4 o 5 años. Arranqué gracias a mi papá, que era mi jugador favorito cuando era chico. No puedo empezar a explicar la cantidad de cosas que aprendí de él, en general y en el deporte. Quería jugar exactamente como él. Usaba sus shorts y camisetas, jugaba y trabajaba en mis habilidades".
"Kevin es mi hermano y estoy orgulloso de sus muchos logros y lo alto que dejó la vara con su carrera NBA. Pero quien realmente ha significado todo para mi, es mi papá, desde el principio hasta hoy mismo. De él aprendí de todo lo que tiene que ver con el juego del básquet y de todo lo que no tiene que ver con el básquet. Ambas cosas van de la mano y se practican juntas".
Mientras la relación con Garnett terminó siendo algo distante, McCullough tuvo otro referente basquetbolístico en su vida, que junto a su padre, ayudaron a formarlo: Shammond Williams, con 325 partidos de experiencia NBA (Lakers y Sonics, entre otros equipos), es su primo y de hecho, mantiene una relación bastante más apegada que con el ala pivote. "Shammond es mi primo, somos muy cercanos. De hecho, siempre tuve mucho más contacto con Shammond que con Kevin, porque él siguió viniendo a casa a estar con nosotros, como siempre lo hizo cuando era chico. Siempre: cuando estaba en la Universidad de North Carolina, en la NBA o jugando en el exterior. Aprendí mucho de él, como también de mis entrenadores: Micheal Bayne (secundaria), Fletcher Arreit (Fork Union Military Academy) y John Schwietz (Francis Marion University)".
Detrás de las respuestas de McCullough, se descubren algunos sentimientos encontrados: el amor fraternal y la admiración por Garnett, pero a la vez, la pena de no haber podido mantener una relación más cercana, una vez que el joven de Greenville llegó al estrellato. Pero ahora, la carrera de KG ha llegado a su final y con 34 años, O´Louis tampoco tiene tanto hilo en su carretel profesional. Quizá, pronto sea tiempo de saldar algunas de esas deudas y quien les dice, tener ese esperado uno contra uno.
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