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Las finales de la NBA siempre sirven para que la organización se luzca en todo sentido. Con la televisación, con la puesta en escena y con todo lo que rodea a la mejor competencia deportiva del mundo. La pandemia, claramente, no le permitió hacer las cosas a su manera, pero dentro de las posibilidades, juegan siempre a tope. 

Ayer, en el juego 1 de las finales entre Los Ángeles y Miami, armaron la tribuna virtual que normalmente tiene a hinchas y, de vez en cuando, mezclado aparece algún famoso, esta vez con todas leyendas de la NBA, o relacionados. 

Así, en la primera fila, juntitos, estaban Shaquille O`Neal, Barack Obama y James Worthy. Más atrás se podía ver a Paul Pierce, Pau Gasol, Robert Horry, Clyde Drexler y Ray Allen y, en la tercera fila, a la izquierda, bien iluminado, a nuestro Manu Ginóbili. Un poco más atrás estaba Dirk Nowitzki, en algún momento se lo vio a Kareem Abdul-Jabbar y algunos otros. 

Se sabía que Manu iba a estar, pero igual no deja de sorprender tomar consciencia de la importancia que tiene el argentino para la NBA y para los Estados Unidos, por la NBA no va a poner solo a un jugador destacado. Como buen vendedor de su producto, coloca a tipos que generan algo más que admiración por su juego. Manu es un referente clarísimo del mundo hispano de Estados Unidos, cada vez mayor, y eso, sumado a su notable trayectoria, lo puso en este selectísimo grupo de leyendas. Emociona.