Súper 20

Los pibes de Bahía Basket se presentaron con una sonrisa: 88-76 a Quilmes

22:09 25/09/2018 | Sin ficha mayor nacional, los de Sepo Ginóbili se recostaron en Corvalán (25 puntos) y en Thygesen (15), para ganar en el Casanova.

Foto: Prensa Bahía Basket

Bahía Basket 88 - Quilmes 76

Los pibes de la cancha tuvieron su presentación absoluta en el Súper 20, ya que no jugaron ningún amistoso de pretemporada. Sin embargo se pudo ver la intención de siempre: defender intenso, sobre todo en la primera línea, para correr y castigar desde la transición. A su vez, recostaron mucho sus ofensivas en el tiro de tres puntos aprovechando las variantes del plantel en ese rubro, algo que les dio réditos (metieron 15/31) y fue una de las llaves del triunfo 88-76 sobre Quilmes. Corvalán se erigió como figura, por sus 25 puntos, 4 asistencias y la intensidad que le imprimió al juego; buen regreso de Thygesen, con 15 puntos. El Cervecero se hizo fuerte cuando pudo atacar de manera directa al aro y en la caída del pick and roll, pero su juego se basó más en individualidades (Ortíz y Bolívar se destacaron). 

Tanto Bahía Basket como Quilmes comenzaron el partido con varias imprecisiones, sobre todo en cuanto al armado de jugadas para obtener posibilidades de ventaja, es decir poco ataque directo al aro y mucha lateralidad. De hecho, se necesitaron 3:40 minutos para que llegar al primer gol de campo, un triple de Juane De La Fuente. El Tricolor no le permitió correr al rival y poco a poco pudo establecer una brecha mínima en el marcador, pero en una ráfaga llegó lo mejor del dueño de casa: una serie de buenas defensas les dio la posibilidad de meter transiciones rápidas y facturar desde el triple. Así se pusieron 11-8 arriba en el marcador a falta de tres minutos. En el cierre volvieron los triples bahienses (tres en fila para cerrar el cuarto), con los que cortaron un parcial 6-0 del Tricolor y se fueron con una ventaja 20-14 al primer descanso.

Los de Sepo Ginóbili mantuvieron su racha con dos dobles rápidos, pero la intensidad decayó tras ese parcial 13-0. El equipo de Bahía bajó un poco la agresividad en cuanto a la presión defensiva que les había permitido correr y lograr una diferencia de doble dígito (24-14). Con esta realidad, Quilmes creció y volvió a ponerse en juego, debido a un buen trabajo del banco, sobre todo por la ofensivas directas de Lucas Ortíz y Maxi Maciel; en la mitad del parcial lograron empatar las acciones (28-28). En los minutos finales creció la dinámica del partido, se achicaron las posesiones y se hizo un partido de ida y vuelta. Comenzaron a caburar los ataques, con Corvalán y Thygesen como los motores del local, mientras que Cantón-Ortíz hicieron lo propio entre los de Javier Bianchelli. Un buen momento de De La Fuente en el final, permitió que los marplatenses se fueran al entretiempo con una ventaja de tres puntos (44-41).

Tal como sucedió en el arranque, tras el descanso hubo desconcentraciones y pocas opciones claras de tiro en ambos equipos. El marcador se rompió con un triple de Thygesen para empatar el juego en 44 y a partir de ahí empezó a haber mayor dinámica. Quilmes recostó su ofensiva en Mateo Bolívar, quien metió los primeros cinco puntos del equipo de Bianchelli en el complemento, mientras que Bahía se hizo fuerte en la diversificación del goleo. Sin embargo, en la medianía del período se mantenía la paridad (51-50 para la visita). A partir de ahí surgió otra ráfaga del local, que se tradujo en un parcial 8-0 en base a la intensidad de Facundo Corvalán (5 puntos casi seguidos) y a la buena defensa. La salida del base -por una molestia tras haberse resbalado- le quitó verticalidad a los de Sepo y el Tricolor volvió a remontar el juego para ponerse a tiro. Pero un triple de Thygesen en el último segundo le devolvió ventaja de seis puntos a Bahía: 63-57.

El triple fue la llave que le dio el triunfo a los bahienses y justamente con un tiro de tres de Levy abrieron el último período. Por su parte, en Quilmes Lucas Ortíz se volvió a convertir en referencia de ataque, castigando desde la caída del pick and roll, ya sea con puntos como con asistencias. Pero no pudieron volver a ponerse en juego: un parcial de seis puntos seguidos de Materán y un triple de Thygesen llevaron al local a una ventaja considerable: 75-62 a falta de 5:30 minutos. El dueño de casa no pudo mantener consistencia en cuanto a los lapsos de dominación, pero cuando pudo correr castigó siempre. El cierre del partido fue una clara muestra de eso, momento en el que las piernas frescas de los pibes de Bahía hicieron la diferencia para escaparse 84-68. Quilmes intentó una remontada, pero se quedó en eso, ya que el tiempo restante estaba en favor de los de Sepo, que finalmente ganaron 88-76 y sonrieron en el debut en el Súper 20. 

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