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Kristaps Porzingis regresó a las canchas tras cinco meses de recuperación, y lo hizo con un impacto inmediato en la victoria de los Celtics por 126-94 sobre los Clippers. En solo 23 minutos de juego, el pívot letón anotó 16 puntos, capturó 6 rebotes y sumó 2 asistencias, además de contribuir con 2 bloqueos clave. Boston, que ya venía mostrando un gran nivel sin él, potenció su rendimiento con la vuelta del gigante de 2.21 metros, que se mostró sólido tanto en defensa como en ataque, combinando tiros exteriores con efectividad cerca del aro.

El dominio de los Celtics fue evidente desde el comienzo, estableciendo una ventaja temprana que convirtió la segunda mitad en una celebración. El regreso de Porzingis también coincidió con una histórica actuación desde el perímetro, ya que Boston igualó el récord de la NBA de triples en un cuarto, con 12 conversiones en el segundo período. Payton Pritchard fue la figura desde la banca, anotando 20 puntos con 6 triples, mientras que Derrick White sumó 19 unidades.

Porzingis, quien se esperaba volviera en diciembre o enero, sorprendió al adelantar su regreso tras una rehabilitación más rápida de lo proyectado. “Siempre quise volver antes, preguntando al equipo médico si podía hacer algo más”, confesó en conferencia de prensa. La presencia del letón refuerza un equipo que ya lidera la temporada y que apunta claramente a repetir el título logrado el año pasado, algo que no ocurre en la franquicia desde 1969.

El impacto defensivo de Porzingis fue clave para frenar a los Clippers, limitando a figuras como Kawhi Leonard y Paul George. Su regreso no solo añade profundidad al plantel, sino que aumenta las posibilidades de los Celtics de consolidarse como el rival a vencer. Con un récord de 11 bloqueos en el partido, Boston envió un mensaje claro al resto de la liga: el bicampeonato está en su horizonte, y con Porzingis de regreso, la amenaza es aún mayor.